Imagen de Rafael Nadal, ayer, ejercitándose en Manacor. | Tolo Jaume

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Las vacaciones ya son pasado para Rafael Nadal, que desde ayer intensifica su puesta a punto para un nuevo reto americano. Tres semanas después de su derrota en la primera ronda de Wimbledon, el mallorquín tiene otras tres semanas por delante para afinar su preparación de cara al Masters 1000 de Montreal que arrancará el próximo 5 de agosto. Canadá será la primera escala de una gira que también le llevará a disputar el Masters 1000 de Cincinnati, del 11 al 18 de agosto, y el US Open, que alzará el telón el 26 de agosto.

El Centro de Tenis de Manacor se convierte de nuevo en la base de operaciones del mejor jugador del año, que ya trabaja a las órdenes de su tío y entrenador, Toni Nadal. «Iremos de forma progresiva jugando cada día un poco más, aunque Rafael (Nadal) ya empezó hace unos días. Además, ahora hemos tenido la suerte de entrenar con un doblista del circuito como Nenad Zimonjic», analiza el preparador. El serbio, número 15 del mundo en el ranking de dobles, veranea en la Isla y estos días contribuirá a elevar la exigencia del entrenamiento.

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La filosofía para encarar los próximos retos no varía un ápice de la que marca el libro de estilo: «El objetivo es hacerlo lo mejor posible en cada uno de los tres torneos», indica Toni Nadal. El primer ensayo sobre pista dura tras regresar al circuito culminó con la conquista de Indian Wells, un buen indicio con ciertos matices de cara al triple desafío de Montreal, Cincinnati y Nueva York. «Indian Wells es una de las pistas rápidas que se le da bien a Rafael (Nadal) porque es una superficie en la que la pelota bota mucho, pero las otras van cambiando un poco cada año. No sé como será la del US Open este año, pero si es rápido y bota, mejor para nosotros», reflexiona el entrenador.

El reto para el número cuatro de la clasficación mundial es tanto tenístico como físico, ya que la pista dura resulta más agresiva que la tierra para las articulaciones que tantos quebraderos de cabeza le han provocado. «Está todo bien y hay que seguir trabajando», comenta Toni Nadal.

La temprana eliminación del Grand Slam inglés deparó la posibilidad de enrolarse en los torneos de tierra batida que se disputan en estas fechas como ha hecho Federer, aunque la acumulación de trabajo lo desaconsejó. «Nos planteamos disputar alguno de los torneos de tierra, pero no encajaba bien el calendario porque habíamos jugado muchos partidos».

Satisfecho

El borrón de Wimbledon no empaña una primera mitad de la temporada envidiable: siete títulos en nueve finales. Los éxitos en Roland Garros, los Masters 1000 de Indian Wells, Madrid y Roma y las victorias en Sao Paulo, Acapulco y Barcelona le mantienen como el mejor tenista del año. «Uno de los primeros objetivos que te marcas es clasificarte para el Masters y ya está más que cumplido. El segundo objetivo es ganar un Grand Slam y también ha ido muy bien, así que ahora se trata de jugar lo mejor posible para llegar al US Open con un buen nivel», explica Toni Nadal. «La primera mitad del año ha sido mucho mejor de lo que podíamos pensar, a excepción de Wimbledon, donde las cosas no salieron demasiado bien», precisa.

En cuanto a la posibilidad de recuperar puestos en el ranking, el entrenador manacorí tiene claro que «lo que cuenta es la Race y jugar bien cada torneo, además, lo lógico es ir sumando porque el año pasado no sacamos puntos».