Rafael Nadal responde a las preguntas de los medios, ayer, en Nueva York. | TERESA DE MIGUEL

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Rafael Nadal dijo ayer que estaba «emocionado» por debutar con un partido de exhibición en el famoso Madison Square Garden de Nueva York, donde jugará por primera vez este año sobre pista dura antes de dirigirse hacia el Masters 1.000 de Indian Wells (California), que calificó de un «gran test».

«Veremos cómo responde la rodilla esta semana en Indian Wells cuando juegue en un partido oficial. Ese va a ser un gran test para mí», indicó Nadal, durante una conferencia de prensa en la Gran Manzana previa al partido de exhibición que disputaba la pasada madrugada.

El tenista estuvo acompañado por su rival de anoche, el argentino Juan Martín del Potro, y por las tenistas Victoria Azarenka y Serena Williams, que también se enfrentaron en un partido que recordaba a la final del Abierto de EEUU del pasado año.

Nadal, quinto clasificado mundial, dijo que no estaba «nervioso» por volver a la pista dura con este partido de exhibición porque siente que su rodilla «está mejor», y añadió que está «emocionado» de estrenarse en el emblemático Madison Square Garden, «uno de esos lugares donde siempre sueñas con jugar». Este partido le servía de primera toma de contacto con ese tipo de pista antes de dirigirse al primer Masters 1.000 de la campaña, el de Indian Wells, que se disputa del 7 al 17 de marzo.

«Sé que puedo jugar en tierra y para mí eso es muy importante. La semana que viene intentaré en pista dura, pero creo que después de un período largo de no jugar habrá un proceso para adaptarse», añadió el mallorquín, quien confió en volver a jugar «un calendario normal».

Sorpresa

El tenista arrolló el pasado sábado a su compatriota David Ferrer, cuarto del mundo, en la final del Abierto Mexicano de Tenis en Acapulco, un encuentro que concluyó con un marcador de 6-0 y 6-2, un resultado que dice le pilló por «sorpresa».

«He conseguido jugar a un nivel mucho más alto de lo que hubiera soñado», aseguró en declaraciones posteriores a la prensa el tenista, quien explicó que las molestias en la rodilla «han disminuido y la rehabilitación no ha sido ningún problema para competir y poder correr con total libertad».