El tenista suizo Roger Federer (i) conversa con el español Rafael Nadal (d). | Efe

TW
10

El suizo Roger Federer abrumó con su juego majestuoso al español Rafael Nadal, al que venció por 6-3 y 6-4 en una hora y 31 minutos en Indian Wells, primer Masters 1000 de la temporada, y así clasificarse para disputar la final del torneo frente al estadounidense John Isner.

Federer, número tres del mundo, se enfrentará mañana a Isner, que sorprendió al doblegar en la otra semifinal al número uno del mundo, Novak Djokovic.

El partido, que comenzó con tres horas y media de retraso respecto al horario previsto por una tormenta que descargó sobre el desierto californiano, pudo comenzar de forma muy distinta si el español llega a aprovechar las dos bolas que tuvo para romper a su rival, salvadas por el suizo con su excepcional saque.

A partir de ahí Federer sacó su derecha a pasear y derrochó toda su clase en varias acciones lujosas para la vista que lograba articular sin aparente esfuerzo (3-0), incluido un "break" en el primer juego con saque de Nadal.

La exhibición de reveses y voleas del de Basilea encontró rápida respuesta en la garra, coraje y potencia de Nadal, que se anotó los tres siguientes juegos (uno de ellos en blanco) para cortar la brecha e igualar la contienda.

Sin embargo, con 4-3 a favor del número tres del mundo, el mallorquín encajó un duro golpe al perder su servicio para, a continuación, ceder el set en blanco con un punto obtenido por el suizo gracias a una preciosa dejada.

El ganador del primer set se hizo con la victoria en 20 de los 27 encuentros disputados entre ambos tenistas, incluidos 14 de los últimos 16. Y así ocurrió una vez más.

Soplaba el viento con mucha fuerza, comenzaba a anochecer sobre la pista central de Indian Wells y volvían a caer algunas gotas sobre el cemento azul, aunque no las suficientes como para detener el encuentro.

El mallorquín decidió asumir más riesgos. Se atrevió a subir a la red y salió victorioso, pero su atisbo de reacción fue sepultado de forma clamorosa por un imperturbable Federer, que le robó el saque a su oponente con un juego en blanco (2-1).

Las condiciones climatológicas parecían no afectarle. Su juego destilaba la clarividencia de las grandes ocasiones. Recordaba a su mejor versión, si acaso no era esa la que dejaba por momentos boquiabiertos a los 12.000 espectadores que asistían al envite.

Con 3-1 en contra, regresar al partido pasaba por un "break" del manacorense, y lejos de producirse, Nadal, que cometió una doble falta en el peor momento, comenzó a asomarse al abismo al perder control de nuevo sobre su servicio (4-2).

Federer no perdonó con el suyo y dejaba al español en la encrucijada y a un juego de ceder el partido. Ahí respondió con casta el de Manacor. Evitó que el suizo cantase victoria con su saque y defendió el suyo a capa y espada (5-4), pero necesitaba un último esfuerzo para lograr el empate ante el misil de su rival.

Parecía que flojeaba el suizo con su saque, pero en pleno intercambio de golpes desde el fondo de la pista, la bola de Nadal se quedó en la red y dejaba a su contrincante a un punto de la victoria.

En ese momento cumbre regresó la lluvia. Se paró el partido unos minutos con las pulsaciones a tope. Y al reanudarse Federer desenfundó y disparó a la velocidad de la luz.

Éste fue el partido número 28 entre ambos y el primero en Indian Wells. Sus enfrentamientos directos quedan con 18 victorias para el español y 10 para el suizo.

En pista dura Federer va por delante con seis victorias y cinco derrotas.