Nadal, quien habló con periodistas tras recibir las llaves de una villa de descanso que adquirió en un complejo exclusivo de la ciudad dominicana de La Romana (este), agradeció a sus familiares y a su equipo de trabajo lo lejos que ha llegado en el tenis mundial.
«Mi vida personal y mi carrera van de la mano con una superación diaria, un plan de entrenamiento nada especial (...) el secreto es el trabajo, la decisión de trabajar para estar preparado llegado el momento», destacó.
El español alabó los méritos de algunos de sus compañeros en la elite del tenis como el suizo Roger Federer o el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.
«Djokovic tiene un talento enorme en todas las superficies, tiene confianza en su juego y ha empezado muy bien el año. Con Federer hemos sostenido grandes enfrentamientos. Es un tipo que no necesita presentación», subrayó.
Nadal, de 25 años, reveló que guarda «muy buenos recuerdos» de su primer título en Wimbledon, en 2008, y de cuando condujo a España a conquistar la Copa Davis en 2004 contra Estados Unidos.
Aseguró que se siente muy bien de salud en estos momentos, al explicar que decidió descansar en febrero para así estar a punto para los compromisos próximos que le esperan, como Wimbledon y Roland Garros, donde se ha impuesto en seis ocasiones.
Calificó de «complicada» la transición que hay que ejecutar al cambiar de superficie de tierra a hierba, pero dijo que le hace «mucha ilusión» volver a disputar esos clásicos torneos de Londres y París.
Nadal reiteró su posición de que la temporada anual del tenis se modifique para favorecer el descanso de los jugadores, aunque dijo que entiende las exigencias de patrocinadores.
También se refirió a los controles de dopaje a que son sometidos los deportistas como él y, aunque los consideró «rígidos», dijo que es el primero que quiere que todo esté «claro», al tiempo de afirmar que «todos» los jugadores están «limpios».
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