Imagen del entrenador del número dos del mundo, Toni Nadal.

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El tiempo permite un análisis frío y la lógica del mensaje de Toni Nadal una visión clara de la primera mitad del curso tenístico en general y del torneo de Wimbledon en particular. «Hay que aceptar que Djokovic está mejor y darle la mano», resume el entrenador del número dos del tenis mundial. «La temporada es buena», precisa. No en vano Rafael Nadal ha ganado un Grand Slam (Roland Garros), un Masters 1000 (Montecarlo) y un Open 500 (Barcelona) disputando otras cinco finales cayendo ante un tenista que «está siendo mejor».
Una excusa es media hermana de una mentira y su libro de estilo desecha ambas. Toni Nadal concede una importante cuota de protagonismo a la parcela «psicológica» en la derrota de su discípulo. El entrenador del número dos del mundo analiza que la faceta mental ha jugado en un papel fundamental en el devenir de Wimbledon: «Rafael (Nadal) estaba jugando un buen torneo hasta la final. Estuvo muy bien ante Del Potro en octavos y ante Andy Murray en las semifinales, pero en la final jugó bastante mal», explica Toni Nadal, que no oculta el peso que ejercieron las cuatro finales previas en Indian Wells, Miami, Madrid y Roma que cayeron del lado del serbio.
Un proceso inverso experimentó el balcánico en el All England Club. «Djokovic no estaba jugando especialmente bien e incluso tuvo un partido que se le pudo complicar mucho ante Bernard Tomic, pero los sacó adelante y estuvo bastante mejor en la final», comenta. Sin duda, un factor significativo teniendo en cuenta lo que penaliza la hierba el mal juego. Reencontrarse con Rafael Nadal contribuyó en buena medida que sacara lo mejor de sí y exprimiera que su víctima más habitual de los últimos meses se sintiera en buena medida atenazado por los precedentes.
«Cuando alguien gana porque ha jugado mejor que tú solo te queda darle la enhorabuena», asegura Toni Nadal, que comenta no plantearse el efecto que ejerce en su balance del curso el hecho de haber podido añadir algún título más a los tres que ha logrado su sobrino. «No me lo planteo. La temporada está siendo buena y hay un jugador que lo está haciendo mejor», valora.

Incomodidad
El preparador manacorí niega que poder derrotar a Djokovic se pueda convertir en un reto. «Es una incomodidad», explica. El verdadero desafío es «seguir siendo competitivo» como lo ha hecho Rafael Nadal hasta ahora, ya que no hay que olvidar que hace apenas un mes levantaba su undécimo torneo del Grand Slam sumando seis Copas de los Mosqueteros en Roland Garros. El objetivo no es superar a Djokovic, la meta pasa por seguir progresando.
En cualquier caso, Toni Nadal explica que la eclosión que ha experimentado el flamante campeón de Wimbledon en 2011 responde a varios aspectos en general y a la confianza en particular. «No se trata de una sola cosa: gana más puntos, corre más, está más delgado, falla menos y está bien de cabeza por la gran confianza que le ha dado ganar tanto», argumenta Toni Nadal, que no oculta que es necesario echar mano del repertorio técnico y táctico para paliar la brecha que ha abierto el jugador balcánico si llega el momento de volver a cruzarse con él en una final.