Rivillos echa abajo el muro de Osasuna

Empezó cuesta arriba la serie para el Palma Futsal, que tras intentar marcar el terreno encajaba un doloroso derechazo cuando tenía el rostro descubierto. Asier Llamas, hacía en dos un en pocos segundos y ponía boca abajo a los de Vadillo con el partido todavía despertando. El portero osasunista blocaba un disparo con muy poco veneno de Muller, incorporado al ataque en busca de superioridad, y aprovechaba el enorme vacío en la portería de enfrente para agujerearla desde la larga distancia.

El gol había abortado el despegue de los de casa y colocaba otra piedra en mitad para el Palma que trataba de ir más allá insistiendo en el plan inicial y apretándole las tuercas a un Osasuna sin cargas a la vista. Tenía que trabajar y picar mucha piedra el Palma para arreglar la avería del marcador. El cuadro balear tiraba de pizarra y la zurda de Mario Rivillos hacía el resto. El madrileño igualaba el partido y lo reiniciaba a tiempo.

El Palma volvía a cargar con todo a la hora de volver a empezar. Charuto acariciaba el segundo y Rivillos obligaba a que Llamas luciera su mejor versión. Osasuna, bien recogidito atrás, sacaba el cuchillo cuando podía y metía miedo con sus latigazos. El más claro antes del descanso lo soltaba Juninho y respondía bien Muller.

El partido comenzaba en el mismo punto después del intermedio. Palma se metía de lleno en el terreno navarro para romper el equilibrio pero se chocaba una y otra vez contra el muro rojillo. El conjunto mallorquín no lograba desencriptar el entramado defensivo de Osasuna que a su vez genera inquietud cunado podía arañar algún contragolpe.

El reloj se agotaba sin que el Palma encontrara soluciones y sin que se apreciaran grietas en la pared de Osasuna, bien protegida por Asier. El portero rojillo estaba acabando con la paciencia de tipos como Fabinho, que no daban con la tecla.

Cuando todo parecía encaminado al desempate, se abrían las puertas del cielo para el Palma. Asier cometía uno de sus pocos errores al precipitarse en una salida y Mateus Maia le servía el tanto a Rivillos, que propiciaba un suspiro de alivio en Son Moix y guardaba la primera victoria.