Joan Massanet, director de márketing del Palma Futsal, posa en las oficinas del club ubicadas en el Palau d’Esports de Son Moix. | Pere Bota

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Tras la imagen del equipo que se ha ganado el respeto de todo el fútbol sala español existe otro grupo humano que, paralelamente, ha trabajado a lo largo de los últimos años para que el proyecto del Palma Futsal crezca a nivel social, deportivo y económico para asentarse dentro de la élite de una modalidad que ha encontrado en Son Moix a uno de sus puntos de referencia dentro de la Primera División. Una de esas piezas claves en el engranaje que lidera José Tirado es su director de márketing, un Joan Massanet (Palma, 1977) que, tras pasar por Coca Cola y el Real Mallorca, ha dado otro aire al club de Ciutat.

¿Qué papel desempeña un director de márketing dentro de la estructura de un club profesional como el Palma Futsal?
— En un tiempo en el que la imagen del producto que intentas vender es fundamental, buscamos identificarnos con el potencial patrocinador, buscar sinergias. Pero, por encima de todo, dentro de la estrategia de desarrollo del departamento de márketing, en nuestro caso categorizamos los sectores de los que provienen. Creemos en un patrocinador de calidad, más que en la cantidad. Nuestra misión es buscarles, convencerles y, por encima de todo, hacerles que se sientan parte del proyecto, de la familia que es el Palma Futsal.

¿Y qué cree que es lo que más valora el patrocinador de lo que se le ofrece?
— Lo que valoramos y ellos valoran es el impacto. Nosotros lo tenemos estudiado a través de la liga, que calcula su repercusión e impacto en los medios. Por ahora, estamos en una repercusión cercana a los diez millones de euros por temporada. Y cada patrocinador tiene una posición dentro de ese impacto.

¿Puede palpar la satisfacción de las firmas que apuestan por su club año tras año?
— Pienso que hemos conseguido con el paso de los años es ser algo más que un club. Y la muestra es que el patrocinador acaba convirtiéndose en amigo, buscando puntos de encuentro y sinergias. Vamos un poco más allá, haciendo que se sientan como en casa. Para ello, desarrollamos el fomento de las marcas a través del Fan Engagement, creando experiencias para los socios y abonados a través de nuestros patrocinadores. Se trata de viajes con el equipo, regalos exclusivos, darles la opción de conocer y tratar con los jugadores... El ejemplo fue la actividad navideña con ConectaBalear. Esta simbiosis ofrece a ese socio o ese cliente un producto especial, exclusivo. Somos flexibles con ellos, buscando acciones espectaculares e impactantes, adaptándonos a lo que ellos necesitan y dentro de lo que podemos ofrecerles.

Además, ustedes han conseguido reunir una cartera importante de espónsors y colaboradores, que no es fácil y menos en los tiempos que corren...
— Siempre nos hemos adaptado a las necesidades de cada uno de ellos. Desde los más pequeños a los principales. Todos merecen nuestro respeto y agradecimiento, por su implicación con el equipo y el club. Queremos que se sienta identificado y creo que lo hemos logrado.

¿Sirve la Fundación Palma Futsal Miquel Jaume como plataforma para otro tipo de acciones de alcance más social?
— Es que el patrocinio al Palma Futsal lleva consigo un importante componente social. Al margen de la marca comercial, las acciones de índole social son algo que nos definen. Lo demuestra el programa ‘Connecta l’Esport’ y el apoyo a otros clubes, además de iniciativas con las instituciones, que nos han ayudado mucho durante estos años, como las que desarrollamos con el Consell de Mallorca y otras.

¿Resulta fácil fidelizar a esas empresas en estos momentos?
— Hemos dado una imagen de seriedad y compromiso que nos ha reforzado. Es más difícil encontrar un patrocinador nuevo que fidelizarlo. Eso refleja que se sienten a gusto, y es ahí donde el papel del patrocinio social es clave. Sabemos que la coyuntura es delicada, pero les entendemos y nos amoldamos a ellos.

Su apoyo en momentos duros como la pérdida de Miquel Jaume ha sido fundamental.
— Así es. Han estado a nuestro lado y eso demuestra que, más que un club, somos una familia.    El agradecimiento es infinito y en momentos así, refuerza ese vínculo entre ambas partes.