Una milla infinita

Los diferentes dorsales participan en esta cita con un mismo objetivo: recaudar dinero para la asociación ASPACE de parálisis cerebral. El evento reunió a corredores de todas las edades y condiciones físicas.

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La asociación Los invencibles fue la primera en cruzar la línea de salida. Su presidente, Nico Navarro, explicó que el objetivo de la entidad es dar «visibilidad a las personas con discapacidad a nivel social y deportivo». Con ese fin, entrenan una vez a la semana en un parque público. «Nuestro deseo es que el deporte sea accesible a todo el mundo», afirmó.

«No se trata de competir, sino de sentirse parte de una actividad pensada para la integración de un colectivo que muchas veces se invisibiliza o directamente es ignorado». Así lo señala Gabriel, padre de Francesc, un niño con parálisis cerebral, habitual de la carrera, al confesar que «Palma debería ser más accesible», señala este ya veterano de la Milla Verde. «A mi hijo le encanta ir en bicicleta, no es muy consciente, pero es importante participar para hacernos visibles», señala.

Más allá de los tiempos obtenidos durante la carrera, lo que quedó muy claro fue la importancia del deporte como una herramienta de superación y visibilización.

Experiencia

Desde ASPACE, su presidente, Óscar Delgado, explicó que «se trata de una experiencia muy bonita. Tenemos voluntarios que acompañan a los usuarios de ASPACE. Muchas veces las personas con discapacidad están invisibilizadas», apuntó. El dinero recaudado con la actividad se destina siempre a un servicio concreto. «Lo que se recaude lo dedicaremos a comprar equipos de rehabilitación para mejorar la calidad de vida de nuestros usuarios», señala.

Por su parte, el director general de Deportes del consistorio, David Salom, consideró que una carrera como la Milla Verde sirve para que «personas con movilidad reducida puedan participar en esta acción solidaria que destaca por celebrarse en el marco de una carrera como la Binter».