Antonio Creus Font: el primer maratoniano español era mallorquín
El que puede ser considerado pionero del atletismo isleño de élite emigró desde Hostalets a Chile a finales del siglo XIX y en 1909 ganó un maratón en aquel país, un año antes de que esa prueba llegara a España
El primer maratoniano mallorquín y español, y en consecuencia atleta de élite isleño como tal, hizo carrera al otro lado del Atlántico. Pero sus raíces se hallan en la Mallorca de finales del siglo XIX, una Isla que sufría una crisis agraria e industrial que favoreció la emigración de numerosos de sus habitantes de manera especial al cono sur americano. Allí se instaló a mediados de 1890 Antonio Creus Font (Palma, 1888). Hijo de Joan Creus Cruz y Bárbara María Font Sureda -lo que podría delatar un posible origen de la familia en Manacor, según anticipa el historiador Fernando Arrechea-, era el pequeño de cuatro hermanos.
La familia Creus Font, que vivía en la hoy barriada palmesana de Hostalets, por aquel entonces un suburbio agrícola de la capital mallorquina, decidió probar fortuna muy lejos, según explica Juan Antonio García-Cuerdas, en un artículo publicado por la Asociación de Instituciones Españolas de Chile. La emigración fue la vía tomada por los Creus Font, lo que fue estimulado por la presencia en Mallorca de agentes del gobierno de Chile que buscaban mano de obra, ofreciendo pasajes de barco pagados para instalarse allí.
Ese aliciente empujó a la familia de Antonio Creus, sus padres Joan y Bárbara y sus tres hermanos: Juan (1880), Margarita (1884) y Ángela (1886). Un error en el Registro Civil chileno inscribió a Juan, el padre, y el resto de sus hijos con el apellido Creuz. Los inicios fueron duros, poniendo en marcha una carpintería que pasó a ser un taller de carruajes y carrocerías en el barrio de Independencia, en Santiago. La calle Campo de Marte -actual Almirante Latorre, en Santiago Poniente- fue el domicilio de los Creus Font, que crecieron felices en el nuevo mundo.
Antonio Creuz, primero por la izquierda.
Antonio, el pequeño, ya dejó ver sus buenas maneras como atleta y deportistas en el Parque Cousinño (actualmente O'Higgins), muy cerca de la casa familiar. Competía en eventos no profesionales y entrenaba diariamente, dando forma a un buen medio fondista para ser, más adelante, un buen atleta de fondo.
Corría el año 1908 cuando Antonio Creuz (Creus) Font ganó el Marathon de Maipú, que no fue válido por discurrir a lo largo de una distancia inferior a la oficial. Fue acumulando éxitos, hasta que en 1909 recibió la llamada para participar en los Juegos Olímpicos Chilenos, en la que la prueba de campo de través, sobre 10.000 metros, era el plato estrella. Allí se impuso este mallorquín de nacimiento, que superaba de nuevo al campeón chileno, Martiniano Becerra, a quien minó la moral.
Momento clave
Pero el verdadero punto de inflexión en la vida deportiva de Creuz (Creus) llegó el domingo 2 de mayo de 1909. El primer maratón oficial en aquel país se disputaba en el Hipódromo de Chile sobre los 42 kilómetros. El joven crecido en Hostalets fue de menos a más para conseguir la victoria, siendo el primer ganador de una maratón oficial en Chile. Y el primer maratoniano mallorquín y, con toda probabilidad, español. A ello unió en años posteriores victorias en pruebas de 10.000 metros, la milla o el 'récord de la hora'.
Antonio Creuz (Creus) Font.
Aquel mallorquín era el rey del atletismo en Chile, corriendo en 1914 el maratón de los Juegos Olímpicos del Centenario en Buenos Aires, que reunió a ocho corredores de cinco países, como plasma García-Cuerdas. Uno de ellos era el italiano Dorando Pietri, que se impuso con un tiempo de 2:38:48; segundo fue Antonio Creus (Creuz), con un crono de 2:45:04. El pulso se reeditó días después con idéntico resultado, a la par que la fama de este mallorquín emigrado a Chile le convirtió allí en un ídolo nacional, realizando giras y eventos de exhibición.
A partir de 1912, por motivos laborales y familiares empezó a alejarse de la dinámica competitiva de primer nivel. Su trabajo en una fábrica de zapatos y sus cuatro hijos le restaron tiempo de entrenamiento, ampliando su espectro comercial con la apertura de una bodega mayorista.
Óscar Fernández, en la revista Atletismo Español (número 684, 2015), advierte que Creuz (Creus) se convirtió «en 1909 en el primer maratoniano español al vencer en la primera edición del Maratón de Santiago de Chile (1909, mientras que la primera prueba de esta distancia en España fue en 1910, en Barcelona). Su marca de 1910 ante Pietri fue de 2:45.04, la undécima del año según la Association of Road Racing Statistics). Sirva como referencia que el oro olímpico en Londres 1908, dos años antes, se logró con un tiempo de 2:55.18.
Con todo ello, a Antonio Creus (Creuz en Chile) se le puede considerar como el primer maratoniamo español. Y balear, al nacer en la Mallorca de finales del siglo XIX, aunque fue a miles de kilómetros donde se forjó la leyenda del que puede ser calificado, a su vez, como el primer atleta isleño.
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