David ‘Iron’ Martín y Juan Benn, durante un entreno. | Alejandro Sepúlveda -

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A sus 55 años, Juan Benn tiene gancho para captar clientes en La fábrica de hamburguesas, un pequeño puesto en la entrada del mercado de Santa Catalina, en Palma. Lo hace con la misma facilidad con la que cuela ganchos en el ring a su amigo David ‘Iron’ Martín, boxeador profesional con un récord de once victorias (1 KO) y tres derrotas.

Juan es carnicero y boxeador aficionado a tiempo parcial. Por las mañanas, desde las seis, vende hamburguesas, y por las tardes reparte golpes en el cuadrilátero del gimnasio Team Tornado Martínez, en el Coll d’en Rabassa. A Juan le gustan las esquinas. La del mercado para salir a fumar y charlar con los clientes y compañeros y la del ring para coger un poco de aire y salir a pelear un asalto más con David.

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El carnicero y el boxeador se conocen desde hace más de 20 años. «Juan no es profesional porque no ha querido. Tiene conocimientos y cualidades suficientes para haber sido un gran boxeador»,    cuenta David, que se recupera de una rotura de bíceps. «Yo empiezo a trabajar muy pronto, a las seis de la mañana», explica Juan. «Para mí es una satisfacción que David me llame para ayudarlo, me relaja mucho». El carnicero ha preparado a otros peleadores como Damián García o Sete Nájera.   

David ‘Iron’ Martín dice que Juan es parte de su equipo, su amigo, su familia. «Es una persona que se hace querer y todo el mundo que lo conoce sabe que es un sabio en el boxeo. Dice que viene a que le pegue, pero creo que me pega más que yo a él», explica entre risas el púgil. En el mercado de Santa Catalina poca gente sabe que Juan boxea. Era su secreto.