Antoni Vallori en una imagen de archivo. | Jaume Morey

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El ciclismo balear está de luto tras conocer a lo largo del fin de semana el fallecimiento, a los 76 años de edad y tras una larga enfermedad, de Antoni Vallori Rotger, quien fuera presidente de la Federación Balear entre los años 1986 y 2001, sucediendo en el cargo a Mateu Canals Morro y pasando ell testigo a Andreu Canals Salvá, durante un proceso electoral marcado por la polémica y que llevó a algunos de sus protagonistas ante la justicia, dejando finalmente fuera del cargo a Vallori, que tras esa etapa se desvinculó del deporte del pedal. Como presidente de la Balear, fue a su vez miembro de la junta directiva de la Real Federación Española de Ciclismo, ocupando cargos como el de vocal de la comisión de veteranos, además de formar parte de su Asamblea.

Durante el mandato de Vallori se impulsaron, surgieron y crecieron eventos como la Challenge o el Cinturón Ciclista a Mallorca, además de la Vuelta de Féminas. Además, los años en los que el ex dirigente estuvo al frente de la hoy Federació de Ciclisme de les Illes Balears -presidida en la actualidad por Fernando Gilet-, se vivieron grandes éxitos en forma de títulos mundiales y medallas olímpicas, como las logradas en pista y mountain bike por Miquel Alzamora, Joan Llaneras o Marga Fullana.

Su vinculación al mundo del deporte también estuvo ligada a la figura de su hijo, el defensor y ex jugador del Atlético Baleares, Peña Deportiva, Grasshopper o Múnich 1860, Guillem Vallori. La pérdida de Antoni Vallori Rotger ha causado enorme tristeza entre quienes fueron compañeros de singladura en la territorial y vivieron aquellos años dentro del desarrollo de esta modalidad, con la puesta en marcha de instalaciones como el velódromo de Son Moix y de diferentes competiciones.