Sete Benavides, con la medalla. | Nacho Casares

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Casi diez años después, Sete Benavides ya luce en su cuello y su dilatado palmarés la medalla de bronce olímpica que le corresponde tras la descalificación de lituano Shuklin en la final de C1 200 metros de los Juegos de Londres 2012. El palista del Real Club Náutico del Port de Pollença une así su nombre al medallero olímpico balear, con la presea que hace veintisiete, y lo hace con París 2024 como reto a medio plazo y el Europeo y el Mundial de piragüismo como metas más inmediatas.

Rodeado de los suyos, desde sus padres (Alfonso y Victoria) y uno de sus hermanos (Gonzalo), además de su esposa, Margalida, y las altas esferas del piragüismo nacional, el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, le hizo entrega a Benavides de la que es, cronológicamente, la primera presea olímpica del piragüismo balear. Junto a él, el presidente de la Federación Española (RFEP), Javier Hernanz, y el vicepresidente de la Federación Internacional (ICF), Lluís Rabaneda, Benavides recibió su merecida medalla, además del pin y el diploma acreditativos de un logro que compartió, especialmente, con su entrenador, Kiko Martín, también arropado por los suyos en una jornada marcada por la emotividad y la culminación de muchos años de trabajo y un proceso dilatado en el tiempo por la pandemia, que alargó el expediente de descalificación y reasignación del medallero.

Blanco recordó que se «ha hecho justicia» con esta medalla y su reasignación, tras el positivo del lituano Shuklin en el reanálisis de las muestras, y que desde 2019 mantenía abierto un proceso que adelantó Última Hora y que ha culminado este 15 de junio de 2022 con la imposición de la medalla, que además, lleva consigo a raíz de aquel positivo, la asignación de los bronces del Europeo de 2013 y el Mundial 2014 de C1 200 para Sete.

Representantes del Ajuntament de Pollença (con el alcalde Tomeu Cifre y el teniente del alcalde Andrés Nevado), de la Federación Balear de Piragüismo (Juan Carlos Fuentes, su presidente, y Xavi Marroig) y del Real Club Náutico del Port de Pollença (Pere Antoni Nadal y Pere Antoni Borràs), y arropado por los dos mejores palistas de todos los tiempos en España, Saúl Craviotto y David Cal, Sete Benavides vivió su gran día. E hizo realidad su sueño olímpico.

Cerrado este capítulo, el deporte balear presume de cinco medallas en los Juegos Olímpicos de Londres 2012: las platas de Rudy Fernández, Sergio Llull (baloncesto) y Brigit Yagüe (taekwondo) y los bronces de Marga Crespí (natación artística) y Sete Benavides (piragüismo). Así, en total, el archipiélago acumula 27 metales en los Juegos, desde su primera participación en París 1900 y hasta Tokio 2020. La de Sete es la que hace quince, cronológicamente, además de ser la primera para el piragüismo de las islas.