Carlos Martínez, padre de una joven en el limbo del pasaporte COVID. | ARCHIVO

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Inés Martínez tiene 14 años y es toda una deportista nata. De casta le viene al galgo: su padre es Carlos Martínez, veterano entrenador de fútbol, al frente del Platges de Calvià. Esta adolescente compite en vela, en la clase Optimist, juega a voleibol y practica la natación. Pero la letra pequeña del certificado COVID, como a tanta otra gente, está afectando a su día a día y, sobre todo, a la posibilidad de competir. Dio positivo en coronavirus el 2 de enero, poco antes de su fecha prevista para inmunizarse. Ya recuperada, tiene sus miras en el Campeonato de Vela de Baleares, que se celebra en Menorca a finales del mes de febrero, pero vive en un limbo burocrático del que, por el momento, nadie consigue liberarla. El tiempo corre en su contra.

«Entiendo que InfoCOVID lleva semanas saturado. Pero hay cosas que se me escapan -confiesa Carlos Martínez, padre de esta la deportista-. Como el servicio debía estar colapsado después de Nochevieja, llevamos a Inés ya con síntomas a nuestro seguro privado. El resultado fue el que esperábamos: positivo en coronavirus. Nos dijeron que avisarían al IB-Salut para notificar el caso de Inés y hacer seguimiento de su estado. Nunca nos llamaron. Pasaron los diez días de cuarentena y, tras varios intentos, me cogieron el teléfono y dijeron que no tenían datos sobre el contagio de la niña, pero como había tantos positivos, quizá su informe se había retrasado», relata Martínez.

Hasta aquí todo bien. Luego llegaron los problemas y el sentimiento de impotencia. Inés no aparece en ningún informe, y el positivo en COVID-19 se hizo mediante un test de antígenos; una prueba que ahora sabemos que la UE no reconoce a la hora de conceder el pasaporte COVID o el certificado de recuperación. Pueden intentar descargarse el documento en su móvil, no lo conseguirán. La pescadilla que se muerde la cola. Les pongo un ejemplo sencillo de cómo perjudica la falta de un sencillo documento online: la familia de Inés tiene vetada entrar a cualquier local de restauración, aunque todos estén vacunados, excepto la joven, hasta que el Govern balear solucione esta anomalía. Mientras, deben conformarse con estar en la terraza.

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Y como la protagonista de este artículo, cientos de personas de las Islas. Porque, recordemos, los centros de salud de Baleares llevan varios meses haciendo esta prueba diagnóstica a la hora de certificar el contagio, no PCRS, solo test de antígenos. Con la cita para vacunarse perdida al dar positivo, y siguiendo las directrices de las Autoridades Sanitarias, que recomiendan no pincharse hasta los cinco meses después de dar negativo, Inés se encuentra ahora en un limbo COVID difícil de solucionar.

«Tras muchas llamadas al teléfono de InfoCOVID, me dieron como única solución que fuera a mi PAC a hablar con la pediatra de mi hija, a ver si me hacía un informe que mostrara que había pasado la enfermedad. Ella me explicó que al no haberla tratado ni haber hecho seguimiento de su caso, no podía hacer nada. Y mientras mi hija está penalizada por un trámite burocrático que no tiene ningún sentido», lamenta el padre de Inés, que apunta que la joven ha perdido su pase de natación en Son Hugo, que es muy difícil de conseguir, al no haber presentado ningún justificante de haber superado la enfermedad. Volver a lograrlo, con la demanda que hay en Palma, casi una quimera.

El primer obstáculo de Inés para seguir compitiendo con normalidad consiguió salvarlo in extremis gracias a la comprensión de la organización del Campeonato de Vela de Alicante, celebrado en Torrevieja hace unas semanas. En la actualidad, para poder competir, exigen el pasaporte COVID con las vacunas o el certificado de recuperación de la COVID-19, Inés, por todos los trámites burocráticos de los que ya hemos hablado, no posee ninguno de ellos. Tuvo suerte, dieron por bueno un test negativo y pudo competir. ¿Pero qué pasará a finales de febrero?, se pregunta la familia de la deportista.

La clase Optimist tiene una cita en el calendario deportivo a finales de este mes en Menorca. Si el IB-Salut o la Dirección General de Deportes no hacen algo, la participación de Inés, y la de tantos jóvenes en su misma situación, dependerá de la buena voluntad de la organización del Campeonato de Vela de Baleares. «He vuelto a hablar con InfoCOVID, y para mi sorpresa me dan como solución que Inés se vacune. Cuando les he recordado que Sanidad afirma que hasta los cinco meses no lo recomiendan, me han respondido que 'es eso, una recomendación', y como padre, puedo decidir que se vacune. Eso me dijeron», explica indignado Carlos Martínez, al tiempo que finaliza: «Yo solo pido que impere la lógica y que dejen disfrutar de su pasión a todos los niños en la misma situación que mi hija».