Óscar Mojer, en el banquillo, junto a los jugadores del SPR Wisła Płock.

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Quien bien lo conoce sabe que derrocha pasión por el balonmano. Óscar Mojer (Mallorca, 1990) dejó el fútbol por los valores de este deporte, unos valores que intenta transmitir como entrenador allá por donde pisa. El joven mallorquín es licenciado en INEF, único preparador de Baleares que cuenta con el título de la Federación Internacional de Balonmano (IHF) y, ahora, acaba de fichar como tercer entrenador del SPR Wisła Płock, en Polonia.

De este modo, el balonmano mallorquín da un paso al frente en su expansión internacional de la mano de uno de sus técnicos con mayor proyección a escala estatal. Mojer inicia una nueva aventura en el banquillo del SPR Wisła Płock, que el año pasado se clasificó para la final de la European League y fue segundo de la liga polaca. Este paso al frente lo dará de la mano del entrenador catalán Xavi Sabaté, que está a cargo del equipo desde 2017, y Dawid Nilsson como segundo entrenador. «He aprendido mucho estos años de la mano de Zupo Equisoain y me siento muy preparado y con ganas de afrontar la temporada. Empiezo una nueva etapa con muchas ganas junto a Xavi Sabaté y Dawid Nilsson, desde el primer momento hemos congeniado muy bien», explica Mojer.

La llegada del mallorquín al club polaco supone también un espaldarazo para la cantera de entrenadores de balonmano en Baleares, que tiene en el joven preparador a uno de sus principales exponentes. «Estamos todo el cuerpo técnico muy ilusionados y con ganas de trabajar para poder conseguir que el equipo llegue lo más lejos posible en todas las competiciones en las que participamos. El ambiente dentro del equipo es muy bueno, todo el mundo da lo mejor de sí en cada entrenamiento y ayuda a los demás a conseguir sus propósitos», asegura.

Cuando tenía 29 años, Mojer vivió en Dubai su primera experiencia internacional dentro de su carrera deportiva. Años antes, de la mano de Equisoain, había dado el salto a la Liga ASOBAL como segundo entrenador del Balonmano Benidorm. A su currículum cabe unir otros clubes de Cataluña como el Manyanet, La Salle Bonanova o el Colegio Aula. En Baleares fue entrenador en el Club Mata de Jonc, además de seleccionador balear cadete masculino y responsable del programa de tecnificación de la Federació Balear d'Hàndbol.

Como buen mallorquín no pierde de vista la evolución del balonmano en las Islas, y si piensa en futuro no lo hace en otro lugar que no sea aquí. Entre sus metas está conseguir recuperar el balonmano en el Centre de Tecnificació de les Illes Balears. «Creo que se podrían conseguir grandes cosas», afirma. Y añade: «me gustaría poder aportar a los jugadores de las Baleares toda esta experiencia que he obtenido».