La ciclista Anita Yvonne Stenberg será la única noruega en el Velódromo de Izu. | Pere Bota

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Desde un país sin un velódromo de primer nivel (hay uno en construcción) llegó el pasado verano hasta Sencelles una ciclista que luce por las carreteras de la Isla el maillot de la selección noruega. Acompañada por su entrenador, el danés Kenneth Berner, buscaba un lugar en el que preparar los que van a ser sus primeros Juegos Olímpicos. Aplazado el sueño por espacio de un año, Anita Yvonne Stenberg (Drammen, Noruega, 1992) ya sueña con el día en que pisará el Velódromo de Izu, en el que será la única representante de su país en las competiciones de pista en Tokio.

Lo hará en el Ómnium (que une las pruebas de scratch, Tempo, eliminación y una puntuación de 25 kilómetros) y con el aval de haber moldeado un notable palmarés internacional, en el que medallas en la Copa del Mundo y, especialmente, el bronce logrado en el Mundial de Berlín 2020 en la puntuación, le permiten «aspirar a diploma, incluso a ser Top 5. Pero lo importante ahora mismo es poder llegar al 100% y hacer realidad el sueño de competir y representar a mi país en unos Juegos Olímpicos», explica Anita, quien ha encontrado en Sencelles «la tranquilidad, el buen clima y la amabilidad de la gente» que le hacen estar rodeada de «una atmósfera positiva» de cara a su objetivo.

Apoyos

Con el respaldo de su federación y su comité olímpico, además de patrocinadores como Energi Salg Norge, Sparebanken Ost o su club, el IK Hero, Stenberg, de 28 años, entrena por las carreteras de la Isla y sobre la madera del Velódrom Illes Balears. La complicidad de Joan Llaneras, David Monserrat y su esposa, Àngels, Marga López, Llorenç Tomàs o David Muntaner hacen «más facil todo», todavía más cuando capitalizó días atrás un hecho singular al protagonizar un Campeonato de Noruega Open de Omnium celebrado en Mallorca y que le dio los puntos necesarios (100) para clasificarse para el próximo Mundial.

Anita cambió Dinamarca por Mallorca y no se arrepiente. Al contrario, pues «cuando acaben los Juegos, mi idea es seguir aquí y preparar los próximos. No veo un lugar mejor ahora mismo», asegura convencida, pues «aunque haga frío, no será el de mi país o el de Dinamarca», comenta con la amplia sonrisa que la define.

En Tokio será una de las 21 elegidas en la final de Ómnium femenino, tras una clasificación «difícil, yendo a todas las carreras puntuables. Conseguirlo es un éxito y ahora quiero hacer algo importante para mi país», añade la pistard, multicampeona noruega... Y una sencellera más.