Tadej Pogacar celebra su victoria en la etapa 15 del Tour de Francia. | Reuters

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El esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates dio un golpe de autoridad en su objetivo de disputar el Tour de Francia con una victoria en la cumbre del Grand Colombier por delante de su compatriota Primoz Roglic, quien al mando del Jumbo Visma reforzó el maillot amarillo y eliminó a dos riv0ales directos, los colombianos Egan Bernal y Nairo Quintana.

Otra revolución eslovena con el sello de Pogacar, de 21 años, ganador en Laruns y dinamitero en la montaña de Pirineos. El gran animador del Tour en esta ocasión se aprovechó del trabajo del Jumbo en la subida final, agazapado, para aparecer en el momento justo para adjudicarse ante Roglid un esprint por todo lo alto.

Terremoto en la general. El colombiano Egan Bernal, defensor del título, se despidió de cualquier opción siquiera de podio. Una monumental pájara le endosó en meta un retraso de 7.21 minutos. Primera gran víctima de la jornada, no la única, pues su compatriota Nairo Quintana llegó a meta con un retraso de 3.51.

Pogacar firmó el doblete en su debut en el Tour. Estrenó la cima del Grand Colombier, gloriosa victoria en la decimoquinta etapa que nació en Lyon con la etiqueta de jornada reina. Batió a Roglic por velocidad, y aún aventajó en 5 segundos a Richie Porte, en 8 a «Supermán» López, en 15 a Enric Mas y Mikel Landa, en 18 a «Rigo» Urán y en 24 a Valverde.

Roglic tiene el enemigo en el chaval de Komenda, quien ya avisó con el tercer puesto en la Vuelta 2019, y Roglic lo sabía de antemano. Lo tiene a 40 segundos ya como rival directo, máximo enemigo. Urán salta a la tercera plaza a 1.34, le sigue «Supermán» López a 1.45, Yates a 2.03, Porte a 2.13 y Mikel Landa y Enric Mas, cono los mejores en la subida hasta el final, en las plazas 7 y 8 a 2.16 y 3.15 respectivamente.

Herrada se cuela en la fuga y corona el Fromentel

La etapa empezó revuelta hasta que se formó la escapada con Ledanois, Geschke y Trentin, Jesús Herrada, Marco Marcato, Bonifazio Gogl y Pierre Rolland. El Mitchelton no estaba de acuerdo, pero finalmente se permitió con licencia del Jumbo, que se ocupó de controlar el pelotón, de principio a fin.

En la primera hora se cubrieron 53 kilómetros. Ritmo elevado que causó nervios. El campeón de Colombia, Serguio Higuita ya se había subido al coche llorando. Dos caídas seguidas arruinaron su debut en el Tour de Francia y dejó el Education First sin una pieza importante para Urán. Además la formación perdió el liderato por equipos en favor del Movistar.

Tras casi 100 kilómetros de recorrido llano, el Tour se adentró en el macizo de Jura para encarar tres puertos que sumaban 35,4 kilómetros de ascensión y 2.859 metros de desnivel vertical. La Montée de la Selle de Fromentel (1ª,11,1 kms al 8,1%) redujo la escapada a 4 hombres, entre ellos Jesús Herrada, quien coronó en cabeza tras superar las terribles rampas del 22 por ciento en los últimos 3 kilómetros.

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El pelotón con el amarillo Jumbo al frente cruzó a 3.20 minutos. Nadie tomó el relevo al grupo de Roglic, implacable con 6 hombres en cabeza. Un esquema que se prolongo en el Col de la Biche (1ª, 6,9 kms al 8,9%), donde se mantuvo la diferencia respecto a Rolland, que abrió paso en la cima a Herrada y Golg, los últimos rebeldes de la fuga del día.

En la transición hacia el Grand Colombier Herrada pagó sus carencias en el descenso y fue cazado por el grupo de favoritos. Se juntaron delante el austríaco Golg y el francés Rolland, aún soñando con la victoria al paso por Culoz, a pie de puerto.

Bernal y Quintana se hunden, Roglic encauza el Tour

La batalla estaba marcada en el ascenso del Grand Colombier, puerto de categoría especial, escenario marcado para poner las cartas sobre la mesa. Camino de la cima inédita en el Tour, instalada a 1.500 metros de altitud tras una eterna escalada de 17 kilómetros al 7 por ciento, el Jumbo continuó con la estrategia de desgaste, ordenando y mandando a su antojo.

Con 6 hombres al frente, el rodillo amarillo que lidera Roglic fue eliminando rivales. A 13 de meta, sorpresa. Las miradas bastaron para detectar apuros en Bernal y Quintana. El Jumbo olió sangre y tensó las cadenas.

Van Aert era un cohete camino de la cima, George Bennett, Dumoulin, Kuss, el propio Roglic...una maquinaria letal para hombre débiles. Empezó el calvario de Bernal, angustiado viendo como se iban los rivales y el Tour 2020. Castroviejo y Kwiatkowski se quedaron con el colombiano en su agonía.

A 4 kilómetros del alto el gesto de Bernal fue definitivo. Miró a la cámara de TV y negó con la cabeza. Mueca de dolor, de humillación. El ganador de 2019 perdía tiempo a chorros. Por delante se juntaron intereses y los mejores corredores, menos Quintana, también en horas bajas.

Con ellos Landa, Enric Mas y Valverde, buscando sus propias presas. Todo el mundo tenía algo que cazar, y los españoles se apuntaron, hasta el punto de poder ahora soñar, por qué no, con el podio. El vasco está a 42 segundos del tercer puesto y el balear a 1.41. Y queda mucho Tour. Los Alpes. Mucha montaña.

El triunfo de etapa fue un regalo extra a disputar. Lo quería Roglic, que atacó a 600 metros, pero se fue detrás Pogacar, quien le sobrepasó con suma facilidad. El alumno le volvió a ganar al maestro, compatriota y amigo....fuera de la carretera.

El Tour lleva vivo a la segundos jornada de descanso. La cúspide del podio se ha aclarado mucho, pero la batalla sigue, al menos mientras Pogacar siga en pie. El revitalizador de la 107 edición.