El nadador Joan Lluís Pons se ejercita con una silla en los exteriores de su domicilio familiar, en Sóller.

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Desde su confinamiento ‘solleric’, rodeado de los suyos y compartiendo el tiempo entre el mantenimiento físico y los estudios, el nadador Joan Lluís Pons ya sueña con volver a lanzarse al agua.

—¿Cómo es su rutina diaria?

—Con nuestro grupo de entrenamiento nos hemos puesto de acuerdo para mantener una rutina similar a una semana normal de entrenamiento. Tres veces por semana, hago cardio antes de desayunar. Hago una sesión de fuerza y resistencia a las 10. Hasta la hora de comer, estudio (cursa Microbiología), y por las tardes tengo alguna clase online, además de un entrenamiento menos intenso. Cenamos y miramos alguna película todos juntos en familia.

—¿Cómo es su entrenamiento?

—Depende de cada sesión, y el entrenador lo envía una hora antes. Hay sesiones de fuerza, resistencia, potencia aeróbica... Empleamos gomas, ‘mancuernas’, una mochila con peso... Pero especialmente trabajamos con autocargas. También intentamos hacer alguna sesión de visualización para no perder el ‘feeling’ de nadar.

—¿A qué hora se quita el pijama?

—Aproximadamente a las 8, pero depende un poco del día.

—¿Qué es lo que no puede faltar en su nevera?

—Estos días pasados me ha dado rabia cuando se han acabado los ‘robiols’.

—¿Cómo hace la compra?

—La hacen mis padres.

—¿A qué le dedica más horas?

—De momento, a estudiar.

¿Qué videojuego le entretiene más?

—El nuevo ‘Animal Crossing’.

—¿Con qué compañero cree que podría pasar mejor el confinamiento y con quién no podría aguantarlo?

—Con mi compañero de piso y entrenamientos estoy muy a gusto y seguro que nos lo habríamos montado muy bien si nos hubiera tocado pasar el confinamiento juntos en Barcelona. De pasarlo mal, supongo que con cualquier compañero que sea muy hablador.

—¿Quién del equipo cree que lo puede llevar peor?

—Supongo que cualquiera de mis compañeros que viven en una ciudad y en un piso pequeño.

—¿Ha mejorado con los fogones? ¿Cuál es su especialidad?

—Estoy cocinando menos de lo normal, es la suerte de pasar el confinamiento con mis padres.

—¿Ha visto muchas series? ¿Cuáles? Recomiende algunas.

—Me aficioné a ‘La línea invisible’ y la he disfrutado mucho.

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—¿Qué película ha visto estos días que aconsejaría?

—Mi hermana tiene el monopolio de las películas que se ven en casa y, por ahora, no podría recomendar ninguna que no sea de Disney.

—¿Un libro?

—’Incerta Glòria’, de Joan Sales.

—¿Ha estado mirando fotos antiguas? ¿Cuál o cuáles le han traído los mejores recuerdos?

—Fotos de temporadas anteriores, de cuando no me podía imaginar la situación en la que estamos.

—¿Tiene mascota? ¿Cuántas veces la saca a pasear?

—Dos gatos grandes y dos pequeños. No los saco, son juguetones.

—¿Qué es lo que peor lleva?

—Lo peor es no poder nadar ni saber cuando competiré de nuevo.

—¿Qué ha notado que echa más en falta al no poder salir de casa?

—Ir a comer fuera, poder ver a familiares y amigos.

—¿Qué es lo primero que hará cuando acabe el confinamiento?

—Ir a ver a mis abuelos y dar una vuelta por Valldemossa.

—¿Qué sacará de positivo de toda esta situación?

—Estar más tiempo con la familia y dedicar más horas a estudiar.

—¿Le ha emocionado algo?

—Que desde hace un tiempo la sección de deportes de las noticias no es de exclusividad futbolera.

—¿Qué perspectivas tiene sobre el regreso al trabajo y la competición?

—Ninguna, sólo sé que necesitaremos 4 o 5 meses para volver a tener un estado de forma adecuado.

—¿Cómo cree que debería terminar la temporada?

—Esta temporada está perdida, pero me gustaría hacer una competición sin ninguna expectativa.

—¿Qué considera que sería justo si se da por cancelada la campaña?

—Que la Federación mantenga a los nadadores con mínima olímpica A clasificados, o preclasificados para los Juegos Olímpicos de Tokio.