Imagen de una carrera de trote, un sector que reclama poder entrenar a los caballos por el bienestar animal. | CARLOS ORFILA

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El confinamiento y las restricciones que provoca el estado de alarma están provocando problemas de salud y trastornos en los caballos de trote, que se están viendo afectados por la imposibilidad de entrenar. Desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) han remitido un escrito a la conselleria de Agricultura para reclamar una alternativa y poder organizar horarios de entrenamiento en los hipódromos extremando la seguridad para salvaguardar la salud de los caballos ante el peligro físico que sufren.

«Un caballo de trote es un animal selecto, como si de un atleta de élite se tratara, y necesita mantenerse en forma por una cuestión de salud y, en definitiva, de bienestar animal», señala Joan Simonet desde Asaja, que observa predisposición en el Govern sin perder de vista que la última palabra la tiene Madrid. «Los caballos sufren estrés, desajustes y cólicos mientras están en las cuadras sin poder ejercitarse», añade incidiendo en que «si los perros salen a pasear también hay animales que tienen unas necesidades especiales».

Opciones

La reclamación de los propietarios es disponer de Son Pardo o Manacor con horarios, medidas adecuadas y sólo con su entrenador para poder entrenar de forma periódica. Otra vía sería habilitar los desplazamientos a pistas privadas.

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«Se suspende la apertura al público de los museos, archivos, bibliotecas, monumentos, así como de los locales y establecimientos en los que se desarrollen espectáculos públicos, las actividades deportivas y de ocio indicados en el anexo del presente real decreto», reza el apartado 3 del artículo 10 del Real Decreto 463/2020. El Consejo Superior de Deportes (CSD) privó a la Real Sociedad de volver a los entrenamientos en su ciudad deportiva apoyándose en esta restricción mientras el club vasco consideraba sus campos como un lugar de trabajo y no un recinto deportivo abierto al público.

Por su parte, la Federación Hípica Española (RFHE) también ha enviado una carta al CSD para tratar de ampliar las posibilidades de actuación con los équidos y fomentar el ‘buen manejo’ de los mismos. En su misiva explica que el Comité Veterinario y de Bienestar del Caballo de la RFHE «dentro y como refuerzo de las medidas de bioseguridad que son obligadas por las excepcionales circunstancias actuales» expresa la necesidad de facilitar el manejo caballos cuando concurran las siguientes circunstancias: que se trate de caballos de deporte federados, que el ejercicio corra a cargo de personas debidamente identificadas, que se haga en centros e instalaciones ecuestres en un recinto acotado, por un espacio mínimo de unos 60 minutos por día y caballo.

Un cierre en el peor momento

El trote, como el resto de grandes eventos deportivos, se ha visto seriamente perjudicado este año por la pandemia del coronavirus. Uno de los espectáculos imprescindibles del año en nuestra comunidad es el el Gran Premi Nacional, que ha sido suspendido al igual que la revancha que se disputa en Manacor.

Dos citas imprescindibles para los seguidores al trote y que arrastran también a muchos aficionados no habituales a este deporte. Debido a la alerta sanitaria la Federació decidió semanas atrás cerrar los hipódromos a la espera de que puedan ser de nuevo abiertos al menos para poder entrenar. El cierre ha llegado sin duda en el peor momento posible.