El técnico del BTTB, Félix Alonso, da instrucciones a sus jugadores durante un tiempo muerto. | Teresa Ayuga

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No será fácil remontar la crisis que heredará la economía y la sociedad balear tras los efectos que está causando la pandemia del cononavirus, su expansión por las islas y el parón de todas las actividades que ha llevado consigo. Todas las áreas de producción se han visto afectadas, y el mundo del deporte no es una excepción.

Confinados y sin poder ejercitarse en condiciones desde hace más de dos semanas, con los diferentes centros de entrenamiento cerrados hasta nueva orden por el estado de alarma decretado y, en consecuencia, con las competiciones detenidas indefinidamente y sin saber en muchos casos si se podrán reanudar, deportistas y clubes de Baleares viven acorralados por múltiples dudas que llegan incluso al cobro de las subvenciones y los patrocinios institucionales o privados suscritos para una temporada 2019/20 que va camino de quedarse en blanco.

La supervivencia de los proyectos deportivos se ha convertido en la prioridad para los gestores de los clubes o Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) que se han visto abocados, ante la falta de actividad e ingresos, a tomar medidas drásticas para garantizar la continuidad de sus estructuras.

La más recurrente y socorrida, en especial dentro del campo profesional, han sido los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo. Las siglas ERTE se han convertido en parte del paisaje en todos los sectores productivos del país, y el deporte no es una excepción.

El primero en ponerse manos a la obra fue el B the travel brand Mallorca Palma. Con la LEB Oro aplazada sin fecha de retorno, el club de referencia del baloncesto isleño abrió el camino, abriendo las puertas a sus jugadores y cuerpo técnico para abandonar la Isla rumbo a sus lugares de origen, aunque una buena parte del plantel, esencialmente los nacionales, continúa en la Isla. El BTTB fue el segundo equipo de la competición en abogar por un ERTE, y a día de hoy, dos tercios de los clubes ya lo han activado. El ERTE afecta a los jugadores y al cuerpo técnico, además de a la gerencia, mientras que con el resto de áreas (márketing, social, prensa...) se procedió a resolver la relación contractual.

Por su parte, el Hestia Menorca de la LEB Plata hizo público que, por el momento, no entra en sus planes la idea de presentar un ERTE, lanzando un mensaje de tranquilidad pese a que la liga también está parada.

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La Liga ACB no se queda al margen de la crisis, y trasatlánticos como el Baskonia, en el que juega el base palmesano Sergi García, también ha puesto en marcha esa medida. la sección de baloncesto del Barcelona, en la que milita Álex Abrines, también ha visto como el club ha planteado una reducción del 70% del salario, opción que no todo el vestuario ha aceptado.

El siguiente peso pesado que tomó cartas en el asunto fue el Atlético Baleares, líder del Grupo I de la Segunda División B, abocado a esa situación ante la indefinición a la hora de reanudar entrenamientos y competición dentro del fútbol español, en el que la figura del ERTE ha alcanzado al campo profesional de manera especial, llegando incluso a ser adoptado por clubes como el Barcelona, el Atlético de Madrid, el Espanyol de Sergi Darder o el Alavés de Ximo Navarro. Incluso al fútbol femenino, en el que Mariona Caldentey, Virginia Torrecilla o Patri Guijarro se han visto afectada

En la categoría de bronce, el Atlético Baleares no es el único representante mallorquín que ha optado por plantear un ERTE. La Peña Deportiva Santa Eulària ibicenca ha seguido también este camino, con la prioridad de dar solvencia de futuro al proyecto en la temporada de su retorno a la categoría de bronce, en la que tenía la permanencia encarada.

El voleibol no ha sido una excepción, aunque sí es la única competición nacional de máximo nivel que ha optado por dar por finalizada oficialmente la temporada. La Superliga Masculina echó el cierre a falta de dos jornadas para acabar la fase regular. Pese a ello, el Urbia Voley Palma también ha planteado la salida del ERTE para poder cerrar el ejercicio y tener esperanzas de cara a arrancar el siguiente curso. Otro conjunto balear de la Superliga, el Ushuaïa Ibiza Voley, también optó por esa vía para no poner en peligro la viabilidad del proyecto y en beneficio de sus jugadores.

Incluso el ciclismo profesional se ha visto salpicado por la crisis del coronavirus, dejando sin competición al pelotón y llevando al equipo Burgos-BH, en el que milita el mallorquín Jaume Sureda, a presentar un ERTE para sus veinte corredores y seis técnicos, siendo la primera escuadra en España que lo formaliza.