El entrenador del Urbia Voley Palma, Marcos Dreyer, posan en el Palau de Son Moix. | Teresa Ayuga

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Se acabó la temporada en la Superliga Masculina. No hay vuelta atrás. Así lo dictaminó días atrás la Federación Española de Voleibol después de valorar la situación generada por la crisis de la COVID-19. Se pone punto y final al curso 2019/2020 antes de lo previsto pero todos los clubes de la Superliga han apoyado tal decisión. «Todos los clubes nos encontrábamos en una situación muy complicada así que creo que la Federación ha actuado con sentido común. El tiempo dirá si la decisión ha sido acertada o no pero ahora mismo la prioridad es otra, no la competición. Debido a la alerta sanitaria generada por la pandemia del coronavirus muchas otras competiciones también se están dando por finalizadas», aseguró el técnico del Urbia Voley Palma, Marcos Dreyer.

La competición termina pero, de momento, la Federación Española ha pospuesto la decisión relativa a los ascensos, descensos y clasificación. Ya habrá tiempo para debatirlo. En este sentido, el técnico Marcos Dreyer reconoce que «al no haber terminado la fase regular de la liga, es difícil tomar una decisión que sea del agrado de todo el mundo. Creo que lo más importante ahora es pensar en el futuro de nuestra liga», añadió.

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Sin entrenamientos ni tampoco partidos, Marcos Dreyer se encuentra en su domicilio junto a su familia. «Estamos todos bien. Hacía tiempo que no podía pasar tiempo con la familia al completo. Estamos los 3 juntos y eso nos ayuda mucho a sobrellevar el día a día. La verdad es que también estoy preocupado por la familia que vive en Brasil», admitía.

También en sus respectivos domicilios se encuentran los jugadores. Algunos siguen en Palma, otros ya han podido viajar a su tierra. «Los jugadores están igual que todos, esperando soluciones y pendientes de cómo evoluciona la crisis. Ahora mismo hay mucha incerteza de cara al futuro por eso algunos ya se han marchado a su casa. Otros, en cambio, siguen en Mallorca sin salir de su domicilio. Estoy seguro que esta inactividad está siendo muy dura para todos ellos», aseguraba Dreyer.

La temporada no ha sido, ni mucho menos, la deseada para el Urbia Palma. Al menos, no su final. Por eso el técnico ha querido «agradecer el apoyo de todos los que nos han ayudado a llegar hasta aquí y, en especial, a nuestros aficionados. Todos sabemos que van a ser días muy duros y complicados y cuando todo esto termine van a empezar otras batallas para intentar recuperar, lo antes posible, la normalidad. Para nosotros esa normalidad llegará el primer sábado que podamos reencontrarnos con todos ellos disputando un partido de voleibol en el Palau d’Esports de Son Moix. Para muchos, los días de partido del Urbia Palma forman ya parte de sus vidas y estoy seguro que el día que nos podamos reencontrar será muy emotivo y especial para todos. No tengo palabras para agradecerles su cariño, entrega y pasión hacia nuestro equipo. Tengo la gran suerte de conocerlos a todos. Siempre digo que nuestro deporte es especial, reúne a gente muy especial y juntos hemos creado una auténtica familia. El ambiente en Son Moix es espectacular y nos hará falta durante esta crisis. Ya pasará. Ahora es el momento de estar en casa y cuidarnos mucho. Esto no es un adiós, es un hasta pronto», finalizó el preparador del Urbia, tercer clasificado al final del curso 2019/20 que, súbitamente, se ha visto abocado al cierre.