Caridad Jerez y Teresa Errandonea, en el esprint final de los 60 vallas femeninos. | Miguélez

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Cuatro medallas fue el balance de la delegación balear en los nacionales absolutos en pista cubierta de atletismo que tuvieron lugar este fin de semana en Ourense.

La mejor parte del botín se la llevó Natalia Romero, flamante campeona en los 800 metros. La atleta del Unicaja Jaén hizo buena su condición de favorita y extendió su éxito de verano de 2019 a este invierno, gracias a una actuación autoritaria.

Tras el trámite de las semifinales (2:09.33), Romero salió sin esperar a nadie en la final, aunque con una valentísima Lucía Pinacchio a su estela. La Sub’20 del FC Barcelona, que ya deslumbró ganando la cuarta semifinal con marca personal (2:07.57), supo de sus opciones con esa estrategia, que le valieron la plata absoluta con nuevo récord: 2:06.46.
Pinacchio rubricó así su posición como quinta Sub’20 de todos los tiempos en la especialidad... con apenas dos meses en la categoría.

Las otras dos preseas del atletismo balear llegaron en la misma prueba, los 60 metros vallas, si bien en carreras distintas. El sábado, en la competición masculina, el atleta de origen cubano Yidiel Contreras (Playas de Castellón) cerró una notable actuación en progresión que culminó con su mejor marca del curso, los 7.83 que le dieron el bronce.

Por su parte, Caridad Jerez, que llegaba al campeonato tras imponerse en las cuatro últimas ediciones, sufrió el ascenso de Teresa Errandonea. La irundarra hizo buenos los pronósticos y cortó la racha de la mallorquina. Eso sí, como buena competidora que es, Jerez (FC Barcelona) avisó en las preliminares con la mejor marca del año, 8.12, a sólo una centésima de su récord balear. En la final de este domingo, se agarró a la estela de la vasca, que le llevó a una dulce plata firmada con 8.09, nueva plusmarca balear.

Más allá de las medallas, la nutrida expedición balear (14 atletas) disfrutó de las virtudes de la rápida instalación auriense. Los vallistas Carlos Oses (8.14) e Inés Pascual (8.81) mejoraron en dos ocasiones sus marcas personales, y la prometedora Esperança Cladera fue sexta en 200 tras firmar en sus tres rondas 24.33 (séptima de todos los tiempos), 24.61 y 24.50.

José Ángel Pinedo, a pesar de su lucha con las molestias, firmó un meritorio sexto puesto con 18,01 metros. Quetglas, Núñez, Peralta, Oliver (60 y 200) y Santos (1500) se quedaron en rondas previas y Bustos abandonó en la final de 1500 que certificó su regreso.