El director general d'Esports del Govern, Carles Gonyalons, en el Velòdrom Illes Balears de Palma. | Teresa Ayuga

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Con una legislatura por delante, la Direcció General d’Esports del Govern se ha fijado como uno de los puntos a tener en cuenta en su libro de ruta de aquí a 2023, y dentro del Plan Estratégico trazado para este ciclo, una modificación de la actual Llei de l’Esport de les Illes Balears, que se remonta al ya lejano año 2006. Pero la profundidad de la reforma del texto podría desembocar en la confección de una nueva Llei de l’Esport i l’Activitat Física. El objetivo sería cerrar este proceso en 2022 y su puesta en marcha de activó durante la pasada Assemblea Balear de l’Esport.

El nuevo texto normativo del deporte balear mantendría la base del actual, aprovechando sus pilares legislativos, aunque se actualizaría y se simplificaría en otras vertientes. Se buscaría una ley que sea un instrumento útil para el deporte e incida en aspectos de actualidad como la violencia en el mundo del deporte, la lucha contra el dopaje, la regulación del deporte profesional y sus profesiones, el desarrollo de la normativa y la orden referente al Esport Escolar o la modificación del Decreto que regula las elecciones en las federaciones deportivas de las islas, un punto este último que se desarrollaría a partir de 2021, teniendo en cuenta que durante el próximo ejercicio (2020) se deberán convocar elecciones en las diferentes territoriales. Aquí se tratarían puntos como la limitación de los mandatos o la presencia de la mujer en la composición de sus juntas directivas.

En la futura Llei de l’Esport se incluirá la figura de la Educación Física como eje de la política de promoción y desarrollo del deporte en Balears, poniendo en valor su peso específico desde la etapa de formación académica. El capítulo de la lucha contra la violencia en el deporte también ocuparía un capítulo especial, toda vez que se han articulado medidas como la puesta en marcha de la Comisió contra la Violència a l’Esport de les Illes Balears y la ejecución de castigos en forma de sanciones. El nuevo texto haría especial énfasis en la labor dicáctica y sancionadora. De la misma manera que en la labor contra el dopaje, trabajándose en un convenio con la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD) a nivel autonómico para incrementar los controles en el archipiélago y facilitar a federaciones y organizadores el acceso a los mismos, dada su complejidad y elevado coste.

El Plan Director de Instalaciones, apoyado en el recientemente actualizado censo nacional, será otro los aspectos a contemplar, al igual que la puesta en marcha de una oficina de atención a deportistas, clubes y federaciones, en un horario fuera del tradicional, permitiendo una mayor flexibilidad y agilidad para los interesados.

Las competencias dentro del deporte base y profesional, donde hace años se busca la fórmula para poder regularlo, dentro de las posibilidades y competencias que recaen en la Direcció General d’Esports, son otros aspectos que comprenderían un nuevo texto, cuya reforma o redacción integral está en fase de estudio y consultas, pero que se ha convertido en una de las motivaciones de cara a este mandato para el equipo que encabezan la consellera d’Afers Socials i Esports del Govern, Fina Santiago, y el director general de la rama, Carles Gonyalons.