Teunissen es el primer líder del Tour de Francia. | Efe

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Contra todo pronóstico y por sorpresa, el holandés Mike Teunissen (Jumbo Visma), tuvo el honor de estrenar el maillot amarillo de la 106 edición del Tour de Francia, en un esprint ajustado en el que se impuso a dos velocistas consagrados como el triple campeón mundial Peter Sagan y el australiano Caleb Ewan. El mallorquín Enric Mas (Deceuninck-Quick Step) finalizó esta primera etapa en la posición número 51.

Teunissen, de 26 años, campeón del Mundo sub 23 de ciclocross en 2013 y de la París Roubaix en 2014, es el habitual lanzador del líder del equipo, su compatriota Dylan Groenewegem, pero una caída de éste le dejó solo ante los «guepardos» del pelotón. No dejó escapar la ocasión de su vida y le ganó el pulso al mismísimo Peter Sagan.

Un esprint rápido y desordenado después de dos caídas en el pelotón, en la primera se vio afectado uno de los favoritos, el danés Jakob Fuglsang, en la segunda sucumbió Groebewegem, quien no pudo cantar victoria en la recta de llegada.

Doble premio para el holandés, quien además pasó a la pequeña historia del ciclismo holandés, pues hacía 30 años que ningún corredor de ese país empezaba de amarillo un Tour. El último fue Erik Breukink, que venció en el prólogo de 1989. Y por si fuera poco, le entregó la prenda dorada Eddy Merckx, el mito.

Si el foco de los favoritos del Tour está en Thomas y Bernal, en la capital belga brilló como si en activo estuviera el ídolo local y eterno Eddy Merckx, el «Canibal», de 74 años, con su imagen en cada rincón del centro de la ciudad, eso si, con aquel rostro juvenil y gorra con visera arriba que enamoró al mundo del ciclismo para siempre en los años 70.

El 100 aniversario del maillot amarillo y 50 del primer triunfo de Merckx vivió la fiesta del Tour en la Grande Place, donde un vídeo, carteles y las camisetas de los camareros de la zona recordaban entre turistas las hazañas de Eddy, como gusta llamar los belgas a su ídolo.
Impone la presencia de Merckx, encargado de dar la salida desde el coche del director del Tour a la primera etapa con principio y final en Bruselas, con paso por las rutas del Tour de Flandes, por el Grammont y Bosberg antes de concretar los primeros 194 kilómetros de la carrera.
Eddy bajó la bandera y todo el mundo a rodar. En Tour en marcha y la primera escapada formada con el belga campeón olímpico Greg Van Avermaet (CCC), el eritreo Berhane (Cofidis), el danés Schmidt (Katusha ) y otro belga, Meurisse (Wanty).

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La idea de la primera victoria en la presente edición y estrenar el maillot amarillo espabiló al pelotón cuando los aventureros sobrepasaron los 3 minutos de ventaja. Los belgas en acción. Lotto-Soudal, Deceuninck-Quick Step y Jumbo-Visma se activaron seguidos del Ineos.

Antes de pasar la fuga a la historia Avermaet tiró se aptitudes de clasicómano para pasar en cabeza por el Mur de Grammont y Bosberg, las dificultades del día. Se aseguró el primer maillot de la montaña y se incorporó al pelotón.

En el kilómetro 62 la avanzadilla atravesó el pueblo de Petit-Enghien, escenario de la primera victoria de Merckx, el 1 de octubre de 1961, con 16 años. El impulso del Movistar, Astana e Ineos anularon la aventura a 70 de meta. Una zona de pavé cortó poco ante el grupo en 2, con Dan Martin rezagado, pero enseguida se volvió a compactar.
Surgió otro valiente que se rebeló en solitario, el francés Stéphane Rossetto (Cofidis), pero el ciclista galo hubo de conformarse con «chupar cámara» un buen puñado de minutos antes de que le pasara por encima la marabunta oliendo el esprint.

Rossetto despertó del sueño a 9 de meta, pero antes la primera caída del Tour afectó a uno de los favoritos, el danés Jakob Fuglsang, pero el líder del Astana, sangrando a chorros por la cara, volvió al grupo con ayuda de sus compañeros a un promedio superior a los 50 kms/hora.

Un susto que alteró la paz de la carrera, ya animada por el ritmo frenético de los equipos de los velocistas. En juego tener el honor de quitar la etiqueta al primer maillot amarillo en Bruselas. Sin tregua en las anchas calles de la capital europea, sin dominio de ningún equipo.

Con los favoritos a buen recaudo, aunque Nairo Quintana se salvó por los pelos de la caída, el Bora trató de colocar a Sagan en posición privilegiada, así como el Bahrain con Colbrelli, pero se coló un invitado imprevisto. Mike Teunissen vengó la desgracia de su compañero con una victoria inapelable junto al Palacio Real. Quinta victoria de la temporada para Teunissen, después de la general y dos etapas en los Cuatro Días de Dunkerque y el ZLM Tour. Un nuevo esprinter holandés se presentó en sociedad.


El Tour sigue en Bruselas para la disputa de la segunda etapa, una contrarreloj por equipos de 27,5 kilómetros con salida junto al Palacio Real y meta en el Atomiun, símbolo de la ciudad, a escasos metros del Estadio de Heysel. Una jornada propicia para un cambio de líder, ya que se podrán establecer algunas diferencias.