La exgimnasta ha compartido en su perfil de Instagram varias imágenes que retratan momentos felices de su etapa como deportista. | Instagram

TW
0

A veces el final de la carrera de un deportista se sobreviene así, de improvisto. Este es el caso de Samantha Cerio, la gimnasta de la Universidad de Auburn que se partió las dos piernas durante un ejercicio en la NCAA, y cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo.

Después del dramático momento poco se sabía de la situación de la gimnasta. Ella misma ha optado por lanzar un comunicado a través de Instagram para poner los puntos sobre las íes. En él, Cerio expresa con dolor, antes que nada, que «la noche del viernes fue mi última noche como gimnasta» después de 18 años de dedicada trayectoria, puntualiza.

Ver esta publicación en Instagram

Friday night was my final night as a gymnast. After 18 years I am hanging up my grips and leaving the chalk behind. I couldn’t be prouder of the person that gymnastics has made me to become. It’s taught me hard work, humility, integrity, and dedication, just to name a few. It’s given me challenges and road blocks that I would have never imagined that has tested who I am as a person. It may not have ended the way I had planned, but nothing ever goes as planned. Thank you Auburn family for giving me a home and a chance to continue doing the sport that will always be my first love. I am honored to have had the privilege to represent the navy and orange AU for the past 4 years with my team by my side. Thank you for letting me share my passion with you. Thank you for letting me be a part of something bigger than myself. War Eagle Always ????????

Una publicación compartida de Samantha Cerio (@sam_cerio) el

Noticias relacionadas

A continuación Cerio repasa aquello que ser gimnasta de élite le ha aportado en el ámbito deportivo y también personal.

«No podría estar más orgullosa de la persona que la gimnasia me ha hecho ser. Me enseñó trabajo duro, humildad, integridad y dedicación, solo por nombrar algunas cosas. Me ha dado desafíos y obstáculos que nunca hubiera imaginado cómo han probado quién soy como persona. Puede que no haya terminado como lo había planeado, pero nada sale como se planeó», escribe.

La exdeportista agradece a su universidad, a la que llama «la familia de Auburn», el hecho de «darme un hogar y la oportunidad de continuar haciendo el deporte que siempre será mi primer amor. Me siento honrada de haber tenido el privilegio de representarla durante los últimos 4 años con mi equipo a mi lado. Gracias por dejarme compartir mi pasión con vosotros. Gracias por permitirme ser parte de algo más grande que yo».