Jaime Monjo falleció la tarde del viernes en Barcelona.

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La vela olímpica balear perdió en la tarde del viernes a uno de sus pioneros. Jaime Monjo Carrió (Palma, 1953-Barcelona 2018) fallecía y lo hacía practicando el deporte que fue su pasión y que le llevó a ser olímpico en los Juegos de Seúl 88, dentro de la clase Soling, formando tripulación con el también mallorquín José Manuel Valadés y el cántabro Toño Gorostegui.

Monjo, también conocido en el mundo náutico como Santi, falleció a los 65 años de edad en Barcelona, donde vivió gran parte de su vida y desarrolló su carrera profesional como notario. Como cada viernes, salió a navegar con su catamarán Clase A desde el Barcelona International Sailing Center. Poco después, como cuenta el que fuera jefe de prensa del equipo olímpico español de vela, Jaume Soler, desde el BISC se percataron de que una embarcación había embarrancado junto al espigón. Los servicios auxiliares acudieron al lugar y hallaron a Monjo inconsciente sobre el trampolín de su catamarán, ya sin vida.

El regatista mallorquín Jaime Monjo Carrió fue campeón de España de la clase Soling (1986, 87 y 88) de la clase Tornado (1992), modalidad en la que empezó a competir en la década de los 80. Otros de los logros que forman su palmarés son el Trofeo SAR Princesa Sofía, o más recientemente, el pasado verano, la Copa del Rey de vela, de la que era un clásico y en la que compitió en 2018 con el ‘Estrella Damm’.

Monjo fue olímpico en Seúl 88, abriendo un camino que cuatro años después llevaría a lograr a Balears su primera medalla en unos Juegos en vela, el oro en 470 de Jordi Calafat. Junto a Valadés y Gorostegui firmó el puesto 17º (128 p.) en la clase Soling, cuyas pruebas se disputaron en Busan (Corea del Sur). Además, realizó la preparación olímpica de cara a los Juegos de Sydney 2000 en la clase Tornado (en la que navegó el también balear Pepote Ballester), formando pareja con Carlos Morales. Compañero de generación de los Luis y Gustavo Martínez Doreste, Tunte Cantero, Roberto Molina y muchos otros, Monjo deja un historial envidiable dentro de la vela olímpica balear, siendo un pionero para las generaciones posteriores.