Muguruza, feliz tras su victoria ante Broady en primera ronda de Wimbledon. | TOBY MELVILLE

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La tenista hispano-venezolana Garbiñe Muguruza comenzó sin problemas la defensa de su título en Wimbledon, tercer 'Grand Slam' de la temporada, tras deshacerse este martes de la británica Naomi Broady en dos sets por 6-2, 7-5 en cerca de media hora.

Fue un sólido debut de la tercera cabeza de serie en el All England Club, pese a la resistencia que intentó oponer su rival en la segunda manga, mucho más apretada que la primera por la mejoría en el juego de la local que creó más complicaciones a la de Caracas, mucho más errática.

De todos modos, Muguruza estuvo concentrada en todo momento gracias sobre todo a un saque que le funcionó bastante bien, principalmente cuando logró conectar primeros, con los que únicamente cedió siete puntos. Broady sólo tuvo una opción de rotura en todo el partido ante la actual campeona, de nuevo más atinada con su revés a dos manos que con el 'drive' y que no renunció a buscar con asiduidad la red pese a que tampoco estuvo muy acertada en esa faceta.

Un 'break' tempranero ayudó a la hispano-venezolana a asentarse bien de inicio en otra vez más una soleada Central. Los 11 golpes ganadores de la hispano-venezolana y una nueva rotura al final le permitieron cerrar en media hora un primer set donde únicamente le dejó un resquicio en el tercer juego a la británica, a la que no se medía desde el año 2011 en un torneo de categoría ITF.

Sin embargo, la de Caracas bajó un tanto su dominio en la segunda manga y la mejora de Broady, sobre todo con el servicio, igualó mucho más las cosas y forzó más a la actual campeona, que de todos modos tuvo las mejores opciones. Así, no acertó a aprovechar los 'regalos' de su rival en el octavo juego y desperdició, devolviendo los favores, un óptimo 0-40.

No fue la única opción buena que tuvo la tres del mundo, que en su siguiente resto dispuso de una pelota de partido, salvada con agresividad y fe por la inglesa. Pero a la tercera concesión, Muguruza ya no perdonó tres errores de Broady para disponer de un nuevo 0-40 que le permitió evitar una incómoda 'muerte súbita' y meterse en la segunda ronda.