El ajedrecista y Gran Maestro menorquín Paco Vallejo en Maó. | Gemma Andreu

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Son días movidos para uno de los iconos del ajedrez mundial. Paco Vallejo Pons (Es Castell, Menorca, 1982) compartió con Ultima Hora y desde Menorca el difícil momento por el que atraviesa desde hace meses y que alcanzó un punto insostenible durante el Europeo. Tras su abandono, destapó el contencioso que mantiene con Hacienda. Jamás pensó que una puntual afición al póquer en línea iba a darle tantos problemas. Una reclamación de la Agencia Tributaria de cerca de medio millón de euros vinculada a ella ha hecho de su vida una pesadilla. Tanto, que hasta su físico se ha resentido (sufre una infección en la piel por ello) y no se encuentra en condiciones para competir. Los problemas de salud de su madre agravan el calvario personal y profesional por el que atraviesa el Gran Maestro menorquín, el número uno español. Un país del que echa en falta algo de apoyo. Tanto, que podría dejar de representarlo.

—¿Cómo ha asimilado el revuelo generado por sus palabras?
—Estoy abrumado. Esto me ha afectado negativamente durante los dos últimos años. Me siento víctima de una injusticia brutal. Es duro cargar solo con esto, pero moralmente estaba mal y tenía que soltarlo.

—¿Qué pasa por su cabeza cuándo le llega esa notificación?
—La mayoría de la gente entiende que a alguien que no ha ganado un dinero no se le pueden pedir unas cifras que no ha visto en su vida... ¡Medio millón de euros! Yo meto mi dinero en un sitio de póquer y lo pierdo. Nunca retiro un euro a mi banco. Te pongo un ejemplo. Si tú y yo, con 100 euros, jugamos una partida de 100 días y el dinero va cambiando de manos otras tantas veces, Hacienda nos podría reclamar 30.000 euros. ¿De dónde los sacamos si no los tenemos? Ellos cuentan cada jugada como ganancia.

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—Supongo que está dispuesto a llegar hasta el final...
—Esto va contra la Constitución, contra el artículo 31.1, sobre la capacidad económica. La gente debe tributar sobre ella, sobre lo que uno tiene. Hay una norma sobre el tema de 2011, que en 2012 se aclara. Si hubiera hecho lo mismo en 2012, no habría pasado nada. Por un fallo en la reducción me quieren arruinar la vida. Si tengo que llegar al Constitucional, a Estrasburgo o a Japón para defender mis intereses y lo que creo que es justo, lo haré. Ojalá pudiera pagar ese medio millón de euros porque lo gané. Pero no es el caso y no puedo.

—¿Sacude ahora más el daño moral que el económico?
—Hace dos años que estamos con esto. Y no hemos llegado a los tribunales... El destrozo que me han hecho es brutal, y más para jugar al ajedrez. Todo esto me está destrozando la vida. Te la arruinan. ¿Cuál ha sido mi delito? ¿Jugar al póquer y ganar algún dinero? Esto se tiene que ganar en los tribunales, pero el daño que me están haciendo es irreparable en todos los aspectos. No se me podrá compensar en la vida. Me he retirado del Europeo, que es la vía para ir al Mundial. Rechazo torneos porque no me veo capacitado para jugar, también están los problemas de salud de mi madre... Estoy agotado física y moralmente... Es un infierno y solo quiero que todo esto se acabe ya, aunque sé que será largo.

(Puedes leer la entrevista completa en el periódico Ultima Hora).