Alba muestra su medalla. | M. À. Cañellas

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El oro de Praga ya reposa en Binissalem. Y con él, una Alba Torrens que recibió el cariño de los suyos a su llegada, en la tarde de este martes, al aeropuerto de Son Sant Joan. Allí esperaban a la flamante campeona de Europa y MVP del torneo sus más allegados y amigos y vecinos de la localidad de es Raiguer, que quisieron brindar a la jugadora del Ekaterimburgo una cariñosa bienvenida en la terminal.

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Sus padres, Miquel Angel y María, además de su hermana Mireia, sus abuelos Joan y Cati, demás familiares y autoridades como la consellera y el director general d?Esports, Fanny Tur y Carles Gonyalons; a los que se unieron el presidente de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears, Juanjo Talens, y el alcalde de Binissalem, Andreu Villalonga, arroparon a Torrens, a quien la emoción de momento le hizo olvidar por unos instantes el largo periplo de regreso a su Mallorca natal.

Familiares, amigos y autoridades recibieron a Alba Torrens.

«Sin duda, ver a toda esta gente hace más especial volver a casa. Siempre me he sentido querida en Mallorca y en Binissalem y solo puedo estar agradecida a todos, los que están aquí y los que me han apoyado desde la distancia», aseguraba Alba, que tuvo tiempo para saludar y atender al medio centenar de personas que hicieron especial su regreso.