Imagen del colegiado agredido el sábado en Llucmajor, Marc Prats. | R.D

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Una nueva agresión a un colegiado ha manchado el fútbol balear este fin de semana y ha extendido una temporada especialmente conflictiva. El árbitro Marc Prats fue golpeado en el rostro y escupido por seguidores del Llucmajor a la conclusión del partido de Segunda Regional que enfrentó a este equipo con el Baleares Sin Fronteras.

La victoria 2-3 del Baleares Sin Fronteras con un gol en el tiempo de descuento tras remontar en 15 minutos un 2-0 y con dos expulsados del Llucmajor desató la ira de los aficionados locales, que la tomaron con el colegiado de 18 años. Después de que un espectador saltara al terreno de juego y profiriera insultos mientras le gritaba «te voy a matar», éste señaló el final del partido con el tiempo cumplido y trató de ganar el túnel de vestuarios con la ayuda de los jugadores del Llucmajor.

En pleno tumulto, Marc Prats fue golpeado en el rostro y recibió escupitajos mientras se acercaba a la caseta, donde sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que esperar a que se calmaran los ánimos a la espera de que llegaran las fuerzas del orden, que no alcanzaron a identificar a nadie, y la ambulancia, que lo trató para posteriormente ser atendido en la Policlínica Miramar.

Ambiente

«Esto no me va a tirar atrás, quiero más partidos este fin de semana», asegura Marc Prats, que, en conversación con este periódico, lamentó lo sucedido y agradeció las muestras de apoyo recibidas y la ayuda que le prestaron los jugadores y el entrenador del Llucmajor. Eso sí, señala que «duratne el partido hubo integrantes del club local que estuvieron incitando a la violencia».
Empezó a arbitrar con 15 años y en sus tres temporadas dirigiendo nunca había vivido un episodio de estas características, aunque tristemente asegura que «insultos y amenazas sí han sido habituales, pero creo que como era menor de edad nunca fueron a más».

Sin comentarios

El presidente del Llucmajor, Toni Martí, no quiso hacer comentarios al respecto al asegurar que no se encontraba en el campo y señalar que no tenía conocimiento de los incidentes. El dirigente también evitó la oportunidad de condenar la agresión al ser informado de lo sucedido. Por su parte, el técnico del equipo llucmajorer, Dani Rodríguez, que apuntó como correctas las dos expulsiones, sí condenó los hechos y aseguró que «la violencia siempre sobra en el fútbol».