Toni Caparrós, sobre su llaüt en el Port de Sóller. | Teresa Ayuga

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Disfruta Toni Caparrós Pons estos días de su familia, amigos de toda la vida y del buen clima que reina en Sóller y su Port. Su refugio particular y «el lugar en el que quiero retirarme», confiesa toda una eminencia en el campo de la preparación física escala nacional. Y lo hace tras cruzar el charco para vivir una nueva experiencia profesional. Y, así, hacer realidad el sueño de un apasionado del baloncesto como es Caparrós.

Le gustaría pasar más tiempo en Mallorca, pero en esta ocasión, el deber le llama. Ni más ni menos que en la mejor liga del mundo. Las puertas de la NBA se le han abierto de par en par a este solleric que no para de saludar a conocidos y vecinos del Port de Sóller.

Tras llevar a España a atrapar el oro en el pasado Eurobasket, y de paso el billete olímpico para Río, Caparrós asume un nuevo reto. Los Memphis Grizzlies, una franquicia con notable acento español y de la que Marc Gasol es su jugador franquicia, se hizo con sus servicios como Sport Sciende Advisor.

Funciones

El propio Caparrós desgrana su función dentro del un organigrama «súper profesional» como es el de los Grizzlies. «Soy un consultor externo de las ciencias aplicadas al deporte. Gestionamos datos y hacemos propuestas de cara a la carga de entrenamientos en según qué momentos de la temporada», explica Toni. «El objetivo de esta labor es mejorar el rendimiento y, a la vez, prevenir lesiones», prosigue el reputado preparador físico y docente, que estos días trabaja «en la planificación de cargas para el mes de enero».

La elevada profesionalización de una franquicia de la NBA y la exigencia a nivel físico y de resultados, además de lo que supone trabajar para ellos, es «una enorme motivación» para Toni Caparrós, que de cada seis semanas, pasa una en Estados Unidos trabajando sobre el terreno. «Cada cambio de ciclo analizamos los datos y planificamos el nuevo al detalle», añade el técnico.