El alero francés Nicolas Batum (c), trata de encestar ante los lituanos Paulius Jankunas (d), y Jonas Maciulis. | Efe

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Lituania 93 - 95 Francia

Lituania (19+23+29+22): Juskevicius (14), Seibutis (13), Maciulis (11), Motiejunas (3) y Valanciunas (25) -cinco inicial- Pocius (11), Kuzminskas, Darjus Lavrinovic (5), Jasaitis (1) y Jankunas (10).

Francia (22+21+21+31): Heurtel (13), Batum (27), Lauvergne (13), Diaw (15) y Gelabale (4) -equipo inicial-, Diot (8), Jackson (3), Fournier (4), Pietrus (4), Kahudi y Gobert (4).

Árbitros: Steven Anderson (USA), Ilija Belosevic (SRB) y Juan Carlos González (ESP). Pocius (min.40) y Juskevicius (min. 40) fueron eliminado por cinco personales.

Nicolas Batum, autor de 27 puntos, fue el gran artífice de que Francia se alzara con la medalla de bronce en la Copa del Mundo de baloncesto España 2014 al vencer a Lituania, liderada por Jonas Valanciunas (25), por 93-95.

La imprecisión inicial de los lituanos convivió con el buen movimiento del balón de los franceses en ataque, lo que determinó el 2-7 (min.4) que subió al marcador.

Los bálticos llegaban con cierta facilidad al aro galo pero no acababan de embocar lo que parecían canastas fáciles, hasta que Jonas Valanciunas comenzó a dominar en ambos cestos (7-7, min 5,30), acompañado por Paulius Jankunas.

En la selección francesa, Nicolas Batum, ya en velocidad de crucero, se elevaba sobre el resto con su juego elegante y efectivo, acompañado de un Joffrey Lauvergne incisivo en ataque y rocoso en el rebote defensivo.

El 19-22 de final del primer cuarto no fue sino el prolegómeno de la igualdad que se iba a registrar en los siguientes diez minutos de juego.

Con la responsabilidad de optar a una medalla mundialista, los dos equipos intentaron minimizar los errores y explotar sus puntos fuertes.

Francia optó por continuos aclarados en ataque para Batum, Boris Diaw y Antoine Diot, mientras que Lituania surtió de balones a Valanciunas y encontró en la rapidez de Martinas Pocius un buen complemento a la hora de sumar. Jonas Maciulis, nuevo fichaje del Real Madrid, aportó el equilibrio necesario en su equipo.

Al descanso 42-43 y la sensación de que la responsabilidad de ambos equipos estaba restando brillantez al partido y de que podían ofrecer mucho más baloncesto.

Jonas Kazlauskas, entrenador de los lituanos, volvió a apostar por la exuberancia física de Donatas Montiejunas como pareja de baile de Valanciunas y el marcador le dio la razón de inmediato, 50-46 (min.22).

Con las defensas buscando su protagonismo en el partido sin encontrarlo -todo sea dicho-, Lituania ensayó una zona en algunos momentos, siguiendo buscando a Valanciunas en ataque, ya que superaba con asiduidad a todos sus defensores. Los galos, por su parte, se apoyaron en Batum, indefendible de forma eficaz pese a las múltiples ayudas.

Del duelo Batum (19 puntos al final del tercer cuarto) y Valanciunas (18) salió ganador, de momento, el equipo lituano por la aparición de un Renaldas Seibutis que anotó 9 puntos casi seguidos para poner un 71-64 a los 30 minutos de juego.

Francia no quiso ceder más terreno y tener que hacer una remontada heroica con pocos minutos de margen, así es que salió a por todas desde el inicio del último periodo, 73-70 (min.32). Con Batum, quien si no, de estilete.

A seis minutos para el final (75-75) la ansiedad, los nervios y el miedo a fallar comenzaron a pasar factura. De hecho durante casi dos minutos no hubo punto alguno hasta que la selección francesa volvió a adelantarse fugazmente (75-77, min. 36).

Dos canastas de Diaw (80-84) le dieron a los franceses la oportunidad de llegar a la lotería de los tiros desde la personal con una ventaja que no desaprovecharon. Hasta 26 tiros libres se lanzaron en los últimos 33 segundos.

Francia no cometió ningún error en esta fase y consiguió la medalla de bronce.