Vicente del Bosque y Gerard Pique, bajando del avión. | RODOLFO BUHRER

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La selección española, vigente campeona del mundo, ya descansa en la ciudad deportiva del Atlético Paranaense tras un largo viaje de Washington a Curitiba, donde fue recibida con honores de campeona.

A las 8:30 horas de la mañana la expedición abandonaba el Hotel Mandarín Oriental de Washington, donde ha estado concentrada seis días en la ciudad donde disputó su segundo y último amistoso, 2-0 ante El Salvador.

En el mismo avión Juan Carlos I en el que voló de Madrid a Washington, completó los 8.132 kilómetros en nueve horas y quince minutos de vuelo y aterrizó con media hora de adelanto en Curitiba, ciudad con ocho millones de habitantes, a 900 metros de altitud.

En lo deportivo Juanfran Torres y Diego Costa formaron parte de la expedición tras superar en el amistoso ante El Salvador la prueba a la que les sometió el seleccionador español Vicente del Bosque para comprobar su estado tras sus lesiones.

El capitán del vuelo dejó un mensaje de ánimo a los internacionales españoles: «Estamos orgullosos de llevaros en la tripulación, os deseamos lo mejor porque sois lo mejor que tenemos. Conseguís algo mejor que jugar un buen fútbol, que es ponernos a todos los españoles de acuerdo».

España ya descansa en el que será su 'cuartel general' en la fase de grupos. Mañana pasará reconocimientos médicos por la mañana y realizarán las acreditaciones para el Mundial.

Desde las 16:00 horas tendrán la primera toma de contacto con un entrenamiento, antes de un acto promocional, las ruedas de prensa de David Silva y Raúl Albiol en un día que se cerrará con una sesión de vídeo preparada por Del Bosque, en la que empezarán a estudiar las cualidades de Holanda, su primer rival.