El ciclista mallorquín Vicenç Reynés, ayer, antes de su entreno. | Fernando Fernández

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Convertido en uno de los ciclistas más carismáticos del pelotón y sabedor que entra en la recta final de su trayectoria profesional, Vicenç Reynés encara en curso 2014 con la ilusión de poder hacer realidad el objetivo que desde hace años persigue y que falta en su amplio historial. Disputar el Tour de Francia supone un estímulo añadido para el corredor de Deià, que a sus 32 años pasa páginas tras su etapa en el Lotto-Belisol y en el ejercicio que acaba de arrancar vestirá el maillot del potente IAM Cycling.

Pese a ser un equipo Continental Profesional, el potencial de la estructura suiza está muy por encima del resto de las integrantes de este peldaño del ciclismo de élite. La llegada de nombres de peso como los franceses Sylvain Chavanel, Sebastien Hinault o Jérome Pineau ha apuntalado un bloque en el que Reynés será el único español. Algo a lo que se ha acostumbrado en los últimos años (en el High Road, Columbia, Lotto-Belisol y ahora en el IAM Cycling).

Madurez

La concentración del conjunto helvético en el hotel Iberostar Playa de Muro convierte a Vicenç Reynés en un líder por las carreteras de Mallorca, donde ejerce de solvente guía en las primeras pedaladas del balear vistiendo los colores del IAM Cycling, el resultado de la dedicación de un grupo humano encabezado por Michel Thétaz y que aspira a dar, en el momento oportuno, el salto al UCI World Tour, rango que ha rechazado para poder seguir creciendo en su corto periplo.

Los puntos que amontona el IAM Cycling le permitirán poder estar en las principales citas del calendario. Reynés tiene en la agenda la Iberostar Challenge, las clásicas del norte de Europa y la ilusión de tomar la salida en el que sería su primer Tour de Francia. «Espero poder hacer un buen inicio de temporada, y aunque sé que no será fácil estar en el ‘nueve’ final del Tour, siempre me quedará la Vuelta, otra prueba que me ilusiona, aunque yo voy a darlo todo para ganarme mi sitio», explicaba Vicenç, que ayer recibió la visita de su amigo y excompañero, Joan Horrach, en un escenario que estos días da cobijo a otros equipos como el Astana, Orica-GreenEdge o el Team NetApp.

«El ambiente en el equipo es fantástico. Me han acogido muy bien y espero devolverles la confianza que han depositado en mí», afirmaba Vicenç, que se ha comprometido por espacio de un año, aunque la prórroga de su compromiso por otro más está abierta, y a buen seguro que llegará a buen puerto.
A Vicenç Reynés le ha llegado la oportunidad para lucir sus dotes de llegador, pero por encima de todo, de ciclista que hace un gran trabajo de equipo.