El piragüista Sete Benavides, durante un entrenamiento en el Lago Esperanza de Alcúdia. | Pere Bota

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Quedarse tan cerca de una medalla olímpica -cuarto- ha supuesto una motivación añadida para el referente de la canoa de velocidad en España. El piragüista mallorquín Sete Benavides (RCN Port de Pollença) monopoliza la distancia de los 200 metros en C-1 y ya trabaja pensando en un 2014 clave en la senda hacia un objetivo que tiene en mente desde agosto de 2012: Río.


La tranquilidad que envuelve al Lago Esperanza en invierno y las buenas temperaturas han hecho que Sete y su entrenador, Kiko Martín, tengan más margen para preparar el próximo curso. Con 22 años, Benavides es una de las grandes esperanzas del piragüismo español y su nombre ya figura entre la élite de la canoa. Sus bronces en los Mundiales Sénior y Sub 23 adornan un palmarés en 2013 en el que no faltó el título nacional, pero sí su presencia en el podio de los Europeos.

El tramo fuerte de la pretemporada arrancará tras el parón navideño, pero Sete ya se ejercita en el gimnasio y sobre el agua. No será hasta inicios de marzo, con el Campeonato de Balears y la Nelo Winter Challenge, cuando coincidirá con algunos de sus principales adversarios, aunque de cara al ejercicio que se avecina, Sete ha dosificado objetivos y fuerzas.
La primera gran escala será la Copa del Mundo de Milán (4 de mayo). Allí tendrá lugar el Mundial 2015, clasificatorio para Río y será un buen test. Por problemas de fechas, en 2014 no competirá en Sub 23, siendo su objetivo prioritario el Mundial de Moscú (6 a 10 de agosto), «una pista rápida y en la que los rusos querrán mostrar su potencial», en palabras de Kiko Martín, que también marca en rojo los Europeos de Brandeburgo, Alemania (11 a 13 de julio), sin dejar ni mucho menos de lado los Campeonatos de España y los selectivos, claves para poder estar en las grandes citas del calendario internacional.

Técnica

Martín tiene claro que este año toca «pulir las salidas». Para ello, trabajarán con un sistema automático que da tiempos exactos, y que ha adquirido la Federación Balear. «Ahí perdemos centésimas que en Londres nos costaron una medalla olímpica. En el 200 no hay tiempo de reacción ni para recuperar apenas», recuerda Kiko.


Diferentes concentraciones en la Isla, Portugal y Banyoles completan la agenda de Sete Benavides, que quiere confirmarse como uno de los mejores del planeta en los albores de un año preolímpico clave para su carrera y en el que quiere amontonar experiencia. Para ello, cuenta con el apoyo del Real Club Náutico del Port de Pollença, ADO, la UCAM, los ayuntamientos de Pollença y Alcúdia, Hoposa Hoteles, la Federación Balear de Piragüismo o el gimnasio Alcudiasport, que aportan su grano de arena hacia la medalla en Río.