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El Ajuntament de Palma a través de la regiduría de Urbanisme ha comunicado al Mallorca que debe paralizar de inmediato las obras que está llevando a cabo en uno de los fondos de Son Moix donde había iniciado los trabajos para instalar un ‘Chicipark’ y varias pistas de fútbol 3.


Jesús Valls, regidor de Urbanisme en Cort explicó ayer los motivos que han llevado al Ajuntament a comunicar al Mallorca que debe poner freno a las actuaciones que realiza en el estadio. «En el convenio firmado entre el Ajuntament de Palma, como propietario, y el Real Mallorca como inquilino de Son Moix, se especifica en el apartado 4.2 del anexo que todas las obras de reparaciones y reformas, incluidas las menores, e instalaciones que corresponda realizar al club estarán sujetas a licencia municipal».

En este sentido, el teniente de alcalde ha puntualizado que esta actuación pueden ser legales, pero en todo caso hay que regirse por los cauces reglamentarios. «No decimos que las obras no puedan ser legales, simplemente, a pesar de que sea una mera instalación, en virtud a lo pactado en el convenio obliga a pedir la preceptiva licencia municipal», insistió Jesús Valls.

Este capítulo es uno más del largo serial de enfrentamientos que han exteriorizado club y Ajuntament fundamentalmente porque ninguno de los proyectos presentados por el Mallorca se ajustaba a la legalidad vigente o simplemente eran proyectos del todo inviables y sin opción de poder llevarse a cabo. Todo empezó con la idea inicial de construir un nuevo Lluís Sitjar con una zona comercial y hacerlo mediante inversores que inyectarían capital para hacer realidad el proyecto. Jamás hubo inversores y todo se limitó a una simple maqueta. Posteriormente se trasladó la idea de intercambiar Son Moix por los terrenos del Sitjar, un proyecto que de momento no tiene continuidad.