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Grecia 3 - 1 Rumanía

Grecia: Karnezis; Maniatis (Karagounis, m.76), Holebas, Papastathopoulos, Torosidis; Siovas, Katsouranis (Samaris, m. 86), Tziolis; Salpingidis, Mitroglou (Gekas, m.79), Samaras

Rumanía: Lobont; Matel, Gardos, Goian, Rat; Bourceanu (Lazar, m.74), Cocis, Tanase (Maxim, 86), Torje (Gorzav, m. 74); Stancu, Marica

Goles: 1-0 (Mitroglou, m.13); 1-1 (Stancu, m. 19); 2-1 (Salpingidis, m. 20); 3-1 (Mitroglou, m. 66)

Árbitro: Pedro Proença (POR) mostró cartulina amarilla a Siovas (m.39), Katsouranis (m.61) de Grecia y Bourceanu (m.27), Cocis (m.35), Goian (m.43) y Rat (m.93) de Rumanía, y expulsó al rumano Lazar por doble amonestación (m. 87 y m.91)

Con una gran actuación de Mitroglou y Salpingidis, Grecia venció a Rumanía (3-1) logrando una importante ventaja en el primer partido de la eliminatoria de repesca para el Mundial 2014 de Brasil.

En un partido poco habitual para un equipo acostumbrado al juego defensivo como Grecia -marca pocos goles (había hecho sólo 12 en los anteriores 10 partidos) y recibe aún menos-, los hombres del portugués Fernando Santos lograron imponerse en un partido rápido y con muchas opciones.

El juego había comenzado suave, sin ningún equipo queriendo exponerse demasiado para no recibir goles en contra. Pero la veda se abrió demasiado rápido para los planes que habían hecho ambos entrenadores.

De ahí que los rumanos apenas se creyesen lo que ocurrió en el minuto 13: Salpingidis colgó un balón que salía rechazado del área rumana. Era un pase, el de Salpingidis, de esos que se dejan rodar porque todos saben que se perderá por la línea de fondo, pero Mitroglou, el goleador de Olympiacos, adelantó a las líneas rumanas para, con un simple toque de interior, dejar descolocado al portero.

Tal vez era fuera de juego, por no lo vio así el juez de línea y el tanto subió al marcador.

Tardaron poco los rumanos en reaccionar, apenas cinco minutos: Torje botó falta desde el lateral izquierdo del área al palo largo; Stancu saltó más que su defensor griego y cabeceó al fondo de las mallas.

Pero si rápida había sido la respuesta de los hombres de Victor Piturca, aún más velozmente replicaron los griegos.

En la siguiente jugada, Samarás lanzó un balón largo a Torosidis, que se internaba por el lateral del área, y éste, tocando sin controlar, puso un pase de la muerte de libro que Salpingidis sólo tuvo que empujar dentro de la meta rumana.

El partido, que sobre el papel se prometía aburrido -el portugués Fernando Santos había instruido a los locales en ganar sin recibir tantos en contra-, se había convertido en un diálogo de goles: tres en veinte minutos.

Por si fuera poco, azuzados los rumanos por ir detrás en el marcador y los griegos por aumentar su ventaja ante el peligro que suponía el gol a domicilio de los visitantes, el partido se abrió, forzando jugadas rápidas de una a otra área y estimulando el apetito de gol de ambos equipos.

El partido se convirtió en un espectáculo entretenido, con jugadas rápidas buscando le área rival, de pases largos, contraataques, cortes de los ataques, rechaces... pero ningún equipo fue capaz de volver a marcar antes del descanso, a pesar de un Stancu que lo buscaba todo y un Salpingidis muy activo a lo largo de todo el campo.

El césped favorecía un juego muy rápido merced a la constante lluvia de los últimos días, pero el ritmo se resintió en la reanudación por el cansancio de los jugadores.

Rumanía notaba las bajas del centrocampista del Steaua de Bucarest Mihai Pintilii y del defensa Vlad Chiriches, del Tottenham, pero el espectáculo no decayó.

Se sucedieron las ocasiones hasta que, en el minuto 66, una falta colgada al área por Samarás, la peinó Katsouranis de forma extraña y hacia afuera. Y ahí volvió a aparecer Mitroglou para rematar de volea. El balón rozó a un defensa rumano, desviando lo suficiente la trayectoria como para dejar clavado al guardameta rumano. Era el 3-1.

Y el delantero estrella del Olympiacos esta temporada estuvo a punto de conseguir el hat-trick poco después, de un modo muy similar al primer gol.

La defensa rumana ya subía pensando que la ofensiva griega ya había terminado, cuando una serie de rebotes y un taconazo de Salpingidis pusieron un balón de oro a Mitroglou que volvía a adelantarse a la línea trasera visitante para golpear el balón en un salto, pero le dio mal a la pelota y no pudo batir a Lobont.

Aún pudo aumentar más su renta el equipo local, pero se le anuló un gol por fuera de juego a falta de un par de minutos para el final y falló los últimos intentos, pues los azules no dejaron de atacar hasta el último minuto.

Grecia ha dado un paso de gigante para conseguir el billete a Brasil, aunque deberá defender su renta el próximo martes en Bucarest.