El capitán del equipo español de Copa Davis, Carlos Moyà, atiende a los micrófonos de Ultima Hora Radio en un momento de la entrevista realizada ayer. Fotos: TERESA AYUGA

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Carlos Moyà asume los galones de capitán de la Copa Davis con «muchas ganas» y dispuesto a hacer valer el diálogo con los jugadores para «aspirar» a la Ensaladera. El primer número uno de la historia del tenis español repasó los pilares sobre los que sustentará su mandato en una entrevista concedida a Ultima Hora Radio , donde desveló que ya trabaja de cara a la primera eliminatoria ante Alemania consciente de las dificultades que plantea el calendario para disponer de Rafael Nadal, con quien aseguró que hablará cuando el manacorí cierre el curso. El diálogo, su experiencia y su buena relación con los jugadores y entrenadores son los argumentos de su manual de estilo.

El ganador de Roland Garros en 1998 aseguró que la «adrenalina de la competición» ha sido el gran aliciente para aceptar el desafío de dirigir a la 'Armada'. «Cuando te retiras echas de menos la adrenalina de una final, un tercer set, la pista llena... Ser capitán es lo que está más cerca de competir. Eso sí, soy consciente de que todo el protagonismo es para el jugador y yo tengo que hacer que se sientan cómodos, gestionar y aportar lo que esté viendo desde fuera», asegura.

Tanto la presión como la ambición son máximas al frente de un equipo tan potente como el español y Carlos Moyà no oculta la condición de favoritos que lucirán la próxima temporada. «Voy con mucho cuidado con lo que digo, pero tenemos en el equipo, entre otros, al número uno y al tres del ranking y dos parejas de dobles entre las cinco mejores del mundo, así que no puedo vender que hay que salvarse. España es un Barça o un Madrid y hay que aspirar a ganar la Ensaladera», argumenta.

Rafael Nadal ha expresado su deseo de intentar ayudar al capitán más de lo que pudo hacerlo con Álex Corretja. «Yo también lo espero», bromeó Moyà, que espera a que los jugadores concluyan la temporada para iniciar las conversaciones. «No he hablado demasiado ni con él, ni con ninguno. Les quedan aún tres semanas. Rafael (Nadal) está luchando por el número uno, David Ferrer por ser el número tres y Almagro por el top ten . No es el momento. Tomo nota de lo que pasa, pero no he hablado con nadie. Quedan cuatro meses y ya habrá momento para hablar», explicó.

No será hasta el 1 de enero cuando asuma el cargo, pero el capitán ya trabaja de cara al primer choque. «Queda tiempo, pero uno ya se pone en la piel del capitán y miras los resultados de los alemanes, los dobles... es una gran responsabilidad y quiero asumirla al 100 %. La dedicación es absoluta desde ya», resalta.

La primera eliminatoria de la Copa Davis se disputará justo después del Open de Australia y España se las verá con Alemania a domicilio entre el 31 de enero y el 2 de febrero. «Las fechas son uno de los problemas para los jugadores, que piden que la Copa Davis se haga cada dos años o con otro formato», explica Moyà, que entendería una ausencia de Nadal. «Asumo que puede pasar. Cuando digo que sí a la capitanía ya se sabe que es Alemania fuera y que hay varios que tienen difícil jugar, pero tenemos jugadores muy buenos tal como demostraron, por ejemplo, en la final en Argentina. A lo mejor durante el año no tienen la misma regularidad que Rafael (Nadal) o Ferrer, pero un día, en un momento dado, le pueden ganar a cualquiera».

Relación

Moyà ha compartido partidos, duelos y vestuario con muchos de los jugadores que tendrá a sus órdenes y sus propios entrenadores, una baza que quiere exprimir ante las polémicas que acompaña tradicionalmente a cualquier equipo de Copa Davis. «Tengo pocos años más que los jugadores y me veo más como uno de ellos. Tienen a su entrenador y yo puedo aportar algo puntual durante las eliminatorias, pero me veo como un gestor y mi trabajo es involucrar a todos desde el principio. Lo sé porque he estado allí y creo que no habrá problemas», precisa mientras aclara que «seré una esponja y escucharé a todo el mundo, pero yo tomaré las decisiones». Además, reflexiona que «si juegan Nadal y Ferrer el equipo está claro y todos lo saben. Después, la igualdad es máxima porque hay jugadores que serían titulares en cualquier otro equipo del mundo. El ranking no es vinculante y a veces el jugador o el entrenador no lo entienden, por lo que lo mejor es ser sincero y dar todas las explicaciones oportunas».

Atrás quedan las partidas con la Play, pero Carlos Moyà tratará de hacer valer su cercanía y su naturalidad en una relación en la que asume una nueva responsabilidad por la que se ha comprometido una temporada.

«Ya se me ha pasado la época de jugar a la Play Station con los jugadores. Ahora tendré otras responsabilidades »

Sobre su trato con los tenistas durante la competición

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