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Estambul 2020 se presentó este sábado como «el lugar perfecto» para organizar los Juegos, presumió de su tasa de crecimiento económico y sus previsiones para el próximo decenio y se comprometió a «continuar con una agresiva ofensiva contra las drogas en el deporte».

El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, que llegó a Buenos Aires procedente de la cumbre del G-20 en San Petersburgo, saludó al COI con la palabra «paz» y mostró el deseo de Estambul de «unir a los continentes, igual que los aros olímpicos unen, desde una ciudad de tolerancia».

«Vivimos un momento en que nuestra región y el mundo tienen una fuerte ansia de paz y en este momento crítico quisiéramos mandar un fuerte mensaje de paz desde Estambul, la ciudad de la amistad y la hermandad, de tolerancia y paz, que disfruta de niveles democráticos aún más altos», dijo Erdogan

El presidente aseguró que los Juegos en su país, con los que «está comprometida toda la nación», «serán el puente que vinculará el pasado con el presente y el presente con el pasado», antes de que el responsable de la candidatura, Hasan Arat, recordara que ésta es el quinto intento de la ciudad en los últimos veinte años.

«Hemos aprendido muchas lecciones», dijo Arat, quien ofició de presentador, para definir a su país como «una democracia secular» y aseguró que los Juegos «proporcionarán la certidumbre y la excelencia para una nueva Turquía».

Según sus palabras, los Juegos de 2020 en Estambul marcarán «un nuevo capítulo en la historia del movimiento olímpico y permitirán avanzar en un momento en el que el mundo necesita paz».

El ministro de Juventud y Deporte, Suat Kilic, centró su intervención en las inversiones realizadas y previstas en la ciudad y el país y en el compromiso de llevar a cabo una política de «tolerancia cero» con el dopaje.

«Potenciaremos iniciativas contra el dopaje aumentando inversiones y haremos un estudio para fortalecer la legislación y prohibir la importación y exportación de sustancias dopantes. Quien promueva estas prácticas será enjuiciado por vía penal», afirmó.

Kilic recordó que era casi un niño cuando Estambul inició su empeño olímpico y su actual condición de ministro, y destacó que los últimos Juegos Mediterráneos del pasado junio en Merzin «fueron un ejemplo».

«Turquía continua haciendo que el deporte sea más accesible para todos, estamos construyendo nuevas instalaciones y para final de 2014 habremos completado más de 500 sedes que forman parte de un plan nacional por valor de 500 millones de dólares», añadió.

Entre los ponentes de Estambul 2020 intervino también el ministro de Economía y Finanzas, Ali Babacan, que cifró en un 5,6% la tasa de crecimiento económico de Turquía hasta 2020 y señaló que «en diez años el país estará entre las diez primeras economías del mundo».

«Hemos creado casi cinco millones de empleos, tenemos la tasa de desempleo más baja de Europa» dijo para añadir que la inversión para infraestructuras se hará aunque no ganen los Juegos. No hay riesgo de déficit presupuestario, ya que se habla de dinero comprometido por una ley nacional, que ya se está invirtiendo.

Alp Berker, director de deportes de Estambul 2020, auguró que los Juegos en su país «abrirán un nuevo mercado para el deporte olímpico y paralímpico», con un modelo que permitirá sedes de competición en Europa y Asia.

«No es un proyecto mas grande que los otros. Buscamos equilibrio entre compacto y cautivador», añadió tras refrendar las palabras del presidente del Comité Olímpico Turco, Ugur Erdener, miembro del COI que no participará en la votación, quien definió Estambul como «el escenario perfecto».

«La historia de Turquía está basada en el deporte. Cuando el barón de Coubertin visitó la ciudad en 1911 encendió la llama. Yo he tomado esa antorcha de la ambición de ser por primera vez la sede de los juegos, que darán aliento a nueva generación de ciudades candidatas.

Nese Gundogan, secretaria general del Comité Olímpico de Turquía, destacó que las instalaciones garantizan «un excelente entorno de preparación y competición» para los deportistas.

Estambul 2020 estuvo arropada en el hotel Hilton de Buenos Aires por una veintena de deportistas, entre ellos la tenista Cagla Buyukakcay, primera turca clasificada para un torneo de Grand Slam, y la paralímpica Gizem Girismen, ambas embajadoras de la candidatura, que acompañó su presentación con cuatro vídeos en los que esta vez si mostró mujeres cubiertas con velo.