Brigit Yagüe posa en s'Aigua Blava de Maioris. Fotos: PERE BOTA

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La imagen de la felicidad que irradiaba Brigit Yagüe hace poco más de un año, cuando hacía realidad el sueño de colgarse una medalla olímpica (plata en -49 kilos en Londres 2012), sirvió para abrir un largo paréntesis en la trayectoria de la mejor taekwondista española de todos los tiempos. La mallorquina cubrió su meta en lo deportivo, pero lo hizo mimando al máximo un físico castigado por la exigencia del entrenamiento y las lesiones.

Más de doce meses después, la triple campeona mundial vuelve al tapiz. Y lo hace habiendo aparcado por el momento su ilusión por ser madre con un objetivo en mente: Río 2016.

Pese a haber estado alejada de la competición, Yagüe no ha parado. Al contrario. La recuperación del síndrome isquitibial que arrastraba ha centrado numerosas horas de trabajo en silencio, lejos de las grandes citas del calendario y planificando una nueva vida en su tierra. Brigit ha vuelto a su Mallorca natal para instalarse y estar junto a los suyos en la recta final de su carrera deportiva.

Descanso

Desde septiembre pasado y hasta mayo, su tiempo en el CAR de Sant Cugat lo dedicaba a fisioterapia o estiramientos. Nada de lanzar patadas para no parar una larga recuperación. «Lo primero era acabar con el dolor y recuperarme al 100%. Decidí no operarme, arriesgue, pero ha salido bien. El descanso y la recuperación han sido claves», asegura la taekwondista, que a lo largo del verano ha centrado su puesta a punto en el trabajo de gimnasio, con máquinas y estiramientos para dotar de flexibilidad a la zona afectada. El recinto de s'Aigua Blava en Maioris (por gentileza de Juli Fernández, director de instalaciones) ha sido su centro de operaciones, y desde hace unos días ya tiene el alta para practicar taekwondo.

«Llevo muchos meses sin dar una patada, la última que recuerdo en competición fue en la final de Londres. Tras los Juegos tuve que parar, no podía más. El dolor era enorme, pero aquí estoy, sin molestias ni dolor. Ha valido la pena todo este esfuerzo», añadía la mejor deportista olímpica balear, que esta semana ha comenzado a entrenar junto al reconocido grupo de tecnificación de la EBE (Yagüe agradece la implicación y ayuda del Govern), y a partir del mes de octubre, contará con un entrenador de excepción: Juan Antonio Ramos.

Nueva vida

Brigit Yagüe y su esposo inician así «una nueva vida en Mallorca. Necesitaba un cambio, en casa, con nuevos proyectos e ilusión», añade la taekwondista, de 32 años, que inicia la preparación de la carrera hacia los Juegos de Río, «un objetivo que queda lejos, pero que me ilusiona como la guinda a mi carrera», advierte. Y es que el proceso de clasificación se inicia ya este mes de diciembre, con la disputa de la única prueba del Grand Prix de 2013, que el próximo año tendrá continuidad con otras tres citas, y que otorga puntos para el ránking, cuyos seis primeros clasificados obtendrán plaza directa para los Juegos. «Tengo que ver cómo me encuentro, yendo con menos presión y exigencia, algo que seguro que me ayudará a obtener buenos resultados», comenta Brigit, que también ha iniciado estudios de INEF en la UCAM. Otro paso más en la nueva vida de Yagüe.