Anna Tarrés, en una imagen de archivo.

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La exseleccionadora española de natación sincronizada, Anna Tarrés, ha asegurado que «jamás» ha maltratado a las componentes del equipo y acusa al presidente de la Federación Española de Natación, Fernando Carpena, de estar detrás de la carta en la que quince de éstas denuncian sus supuestas prácticas.


En sus primeras declaraciones desde que estallara la polémica, realizadas anoche al programa Al Primer Toque, de Onda Cero, Tarrés negó haber protagonizado las situaciones denunciadas por las nadadoras, algunas de las cuales la acusaron de llamarles «gordas» o de ordenarles que se tragaran su propio vómito para no salir de la piscina y seguir entrenando.
«Niego que haya maltratado jamás a mis chicas», «nunca he llamado despectivamente gorda a nadie» y «nunca he dicho a nadie que se trague su vómito», aseguró Tarrés, que sí admitió que en los entrenamientos habla «con un tono, actitud e ímpetu por encima de la media».

La exseleccionadora también negó haber tapado casos de dopaje: «Es mentira, me veré en los juzgados con quien me acuse».

Por último, Tarrés explicó que ha decidido emprender acciones legales contra Carpena porque cree que hay una campaña de injurias y calumnias contra su persona y aseguró que es muy difícil trabajar con el presidente de la Federación.
«He intentado tener conversaciones con Carpena, no me cogía el teléfono y pedía todo por escrito. No he entendido esa manera de trabajar», dijo, antes de señalar que no sabe qué hará con su futuro.
La Federación Española de Natación ha requerido ha citado a Tarrés para el próximo 5 de octubre en la sede de este organismo en Madrid para que presente un informe y dé explicaciones sobre la demanda que ha anunciado contra este organismo y su presidente.

Así lo confirmaron ayer fuentes de la Federación, que señalaron que se ha solicitado a la exseleccionadora -a la que el pasado día 6 se le comunicó que no se le renovaría su contrato a final de año- un informe de índole técnico y le pedirá que de explicaciones ante la Comisión de Disciplina por su iniciativa de emprender acciones legales.
Desde 1997, cuando Tarrés se puso al frente del equipo de sincronizada, España ha sumado cuatro medallas olímpicas, 25 mundiales y 25 europeas.