Más de 200 personas participaron en éste evento. | M. À. Cañellas

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Eran las 8 de la mañana de ayer cuando daban el aviso de salida para el grupo de noventa nadadores aficionados y profesionales que participaban en la Travesía a Nado Santiago Casas. Partieron de la playa del Portitxol y se disponían a completar los 4.000 metros a nado de ida y vuelta.

Una hora más tarde, un grupo de 130 personas se unía a ellos en la playa del Peñón para realizar el recorrido original de 2.000 metros de distancia.

En la playa del Molinar, les esperaba una gran carpa con agua, dulces y frutos secos para poder reponerse, además de una camiseta de regalo. Más tarde se realizó un sorteo en el que entraban varias cenas, noches de hotel y algunos regalos relacionados con el mundo de la natación.

Se trata de la decimoquinta edición y es la segunda en la que se realizan dos recorridos simultáneos y en la que se cobran entre 10 y 15 euros por inscribirse. Este año, como novedad, el diploma por participar no era entregado en papel, sino digitalmente. Además, y como afirma Xavi, «es el primer año que ponen un cronómetro en la playa para saber cuanto tiempo has tardado».

«La gente viene con ganas de disfrutar y de hacer deporte», explica Santiago Casas, creador de la prueba y que a sus 87 años participó a bordo de una piragua.