El pelotón de ciclistas durante la segunda etapa del Giro de Italia. | Efe

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El británico Mark Cavendish, campeón mundial, ganó el primer esprint del Giro de Italia al imponerse en la meta de la segunda etapa, de 206 kilómetros con salida y meta en un circuito urbano de la ciudad danesa de Herning.

Cavendish logró abrirse hueco por el centro del grupo para batir cómodamente al australiano Matthew Goss (GreenEdge) después de pedalear durante 4 horas, 53 minutos y 12 segundos.

El estadounidense Taylor Phinney (BMC), ganador, ayer, de la contrarreloj que abrió la carrera, conserva la maglia rosa de líder.

Los aficionados acudieron en masa para contemplar el paso de los ciclistas, formando, a veces, pasillos similares a los que se producen en las etapas montañosas de las grandes vueltas.

En el km. 15 saltaron el italiano Alfredo Balloni (Farnese), el belga Olivier Kaisen (Lotto) y el colombiano Miguel Rubiano Chávez (Androni Giocattoli), que en apenas una hora cobraron doce minutos de ventaja sobre el pelotón.

Los equipos de los mejores velocistas sólo empezaron a trabajar en los cien últimos kilómetros, después de pasar la única dificultad de la jornada, el alto de Ostenberg, de cuarta categoría.

A partir de ahí, el Sky del británico Mark Cavendish, el mejor velocista del pelotón, se tomó en serio la tarea de caza, en la que empezaron a colaborar el BMC y el Saxo Bank. La diferencia de los fugados fue cayendo a razón de un minuto cada diez kilómetros.

El pelotón, con todos los esprinters bien colocados arriba, volvió a relajarse tras dejar la ventaja de los fugados por debajo de los tres minutos a 60 km. de la meta.

El maillot arco iris del campeón mundial, Cavendish, aparecía en una cómoda quinta posición. El británico marchaba precedido por cinco de sus compañeros del Sky, dispuestos a controlar la carrera en los 50 últimos kilómetros.

La escapada murió bajo la pancarta de 40 kilómetros e inmediatamente saltó del grupo Lars Bak (Lotto), tercero el año pasado en el Gran Premio de Herning, que llegaba a casa. El Sky tuvo que regresar al trabajo porque el danés había cobrado 46 segundos de ventaja a 25 km. del final.

El intento de Bak resultó baldío. El danés fue atrapado a 17 km. de meta y a partir de ahí el Sky, marcado de cerca por el Liquigas, no consintió más aventuras.

A 8 kilómetros del final, una avería en la cadena dejó descolgado al líder, Taylor Phinney, que durante unos segundos fue remolcado por el coche de su equipo. El estadounidense, con la ayuda de tres compañeros, se reintegró al pelotón a cuatro de meta.

Una caída en las cercanías de la meta redujo los candidatos en el esprint, y Cavendish cumplió los pronósticos.

La tercera etapa danesa del Giro conducirá este lunes a los corredores por un trayecto de 190 kilómetros con salida y llegada en la ciudad de Horsens, cuyo alcalde murió hoy de un ataque cardíaco.