Los jugadores del Madrid Altintop y Cristiano celebran el primer gol, ayer, en el Bernabéu. | JUAN MEDINA

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REAL MADRID: Casillas (), Sergio Ramos (), Varane (), Pepe (), Marcelo (); Sahin (), Granero (), Altintop (); Cristiano Ronaldo (), Kaká () e Higuaín ().

Cambios: Callejón () por Marcelo, Di María () por Higuaín y Albiol () por Granero.

APOEL DE NICOSIA: Urko Pardo (); Poursaitides (), Kaká (), Paulo Jorge (), Boaventura (); Nuno Morais (), Helio Pinto (), Charalambides (), Marcinho (), Manduca () y Ailton ().

Cambios: Satsias () por Kaká, Adorno () por Manduca y Solari () por Ailton.

Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA). Mostró cartulina amarilla a Poursaitides por el Apoel.

Goles:

1-0, minuto 26, Cristiano Ronaldo.

2-0, minuto 37, Kaká.

2-1, minuto 66, Manduca. 3-1, minuto 76, Cristiano Ronaldo.

4-1, minuto 80, Callejón. 4-2, minuto 82, Solari, de penalti. 5-2, minuto 84, Di María.

El Real Madrid cumplió con el trámite y repite presencia en semifinales de Liga de Campeones, tras rematar la eliminatoria ante el Apoel, en una noche de rotaciones blancas en la que Kaká guió el camino, cerrando un papel decisivo en cuartos de final, y Cristiano Ronaldo ejecutó. Los blancos ya apuntan al Bayern Múnich en una semifinal con aroma a clásico.

Varane, Sahin, Granero, Altintop y Kaká entraban en un once local que cambiaba su cara. Arbeloa, Xabi Alonso, Özil y Benzema tuvieron un descanso. Con la cantera viendo las puertas cerradas del primer equipo, jugadores como Sahin y Granero ganan confianza en estas citas. Altintop es una causa perdida. Llegó al Real Madrid lesionado y su aportación no ha despejado las dudas. Sahin evoluciona y va rescatando el jugador que deslumbró en Alemania mientras le aguanta el físico. Tiene para una hora. Granero le hizo el desgaste, más participativo, enganchando con un Kaká que no rebaja las ganas de reivindicarse.

El Apoel se plantaba en el Bernabéu para disfrutar del final de un sueño. Ni con todo perdido fue valiente. Casillas fue un espectador hasta los minutos finales cuando se relajaron sus compañeros.

Las llegadas al área rival del Real Madrid acabarían dando su premio. Un cabezazo de Cristiano rozó el larguero a los 25 minutos. Uno después no perdonaba. Una jugada de Marcelo, jugador que desequilibró con su entrada en Nicosia, la peinó Higuaín y la remachó Cristiano. Un gol más de una temporada para enmarcar.

Kaká asume su rol. Es respetuoso cuando pasa de la titularidad a la suplencia. Espera su momento y lo aprovecha. Ante el Apoel se exigió al máximo. Su fe tiró del equipo cuando lo normal era bajar los brazos con la eliminatoria sentenciada. Chutó arriba una acción individual. Dejó el golazo de la noche, con un disparo con el interior de su pie derecho que dibujó la rosca perfecta para acabar en la escuadra de la portería defendida por el español Urko Pardo.

Quería más el brasileño y tras ver como Altintop perdonaba solo tras asistencia brillante de Higuaín, Kaká se topaba con el poste con un nuevo derechazo ajustado. Era el ejemplo a seguir y José Mourinho se encargaba de aumentar el hambre de su equipo con la entrada de Callejón y Ángel di María.

Está de vuelta el argentino y necesita recuperar la confianza que te roban tres lesiones musculares en una temporada. Vuelve a lanzar carreras en la banda derecha, a reencontrar regates. Su gol, que cerró la goleada, le ayudará en su auto estima. Un balón picado al portero en una acción que registró Raúl González en el Bernabéu.

Bajón

Tras un bajón el encuentro entró en una fase de locura. La proeza del Apoel, equipo revelación de la Liga de Campeones, merecía un broche brillante. Lo puso el brasileño Manduca aprovechando el carril de un Altintop perdido de lateral izquierdo y superando a Casillas con su disparo cruzado. Seis mil chipriotas celebraban el gol como si diese un título. No pararon de cantar en el día más importante de su historia. Con 8 millones de euros llegaron hasta cuartos de final.

Pero, como no, apareció Cristiano Ronaldo para despertar a los suyos del letargo. Una falta lateral la colocó en la escuadra ante un desacertado Pardo que no tapó su palo. Callejón se sumaba a la fiesta, encontrando premio a sus continuos desmarques en una acción individual, y Altintop cerraba su noche negra realizando un penalti que marcó Solari. El camino a la soñada 'Décima' llega a semifinales donde espera un examen durísimo: el Bayern de Múnich. El anfitrión es el penúltimo escollo hacia el título y lo más positivo del cruce para los madridistas es que el encuentro de vuelta se disputará en el estadio Santiago Bernabéu.