Jaume Cladera, presidente del Mallorca, durante una reciente rueda de prensa.

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Jaume Cladera contraataca. El presidente del Mallorca, uno de los objetivos señalados por Utz Claassen en la querella interpuesta el pasado fin de semana, compareció antes los medios para desgranar los acuerdos alcanzados durante la reunión del consejo de administración y, de paso, respondió al alemán con un nuevo ataque frontal.

«Todavía no tenemos conocimiento oficial de la querella, de la que nos hemos enterado a través de los medios», señalaba Cladera. «Creemos que lo más lógico hubiera sido que Claassen nos hubiera comunicado a los afectados el motivo y el contenido de la misma. Es lamentable que nos tengamos que informar a través de los medios de todas las actividades y actuaciones de este señor», subrayaba.

Cladera recordó que «de momento, Claassen gana por goleada. Pero veremos cómo acaba, que es lo importante, porque el tiempo pone a cada uno en su sitio», aunque matizó que el paso dado por el germano es peliagudo. «La querella responde a una estrategia muy planificada que sólo persigue intereses personales, no de la institución. Todavía no nos consta que Claassen haya hecho ninguna actuación que haya dado rentabilidad económica o social al Mallorca», insistía. «Tampoco entendemos como un momento del consejo puede estar haciendo tanto daño al club propagando una información tan negativa y continuada sobre la gestión del club», agregó.

Vuelta atrás

A la hora de situar el conflicto y argumentar su postura, Cladera volvió la mirada y la fijó concretamente en su desembarco sobre el puente de mando del club. «Me gustaría recordar que nosotros llegamos al Mallorca cuando Mateu Alemany no encontraba ningún comprador para el club, ni uno. Y los que encontraba no le merecían confianza por las cosas que habían sucedido antes con otros compradores».

El dirigente bermellón resaltó de forma especial el trabajo desarrollado por el equipo de Serra Ferrer en el plano económico. «El Mallorca estaba en una situación de inestabilidad tremenda», señalaba. «Desde el 30 de junio de 2010 al 30 de junio de 2011 hemos sacado adelante una reducción del presupuesto de 18 millones de euros. El año pasado trabajamos con un presupuesto de 30 millones de gastos y 30 de ingresos, cuando el anterior era 30 de ingresos y 45 de gastos. Entiendo que eso no interese y que algunos medios prefieren dar cabida a una serie de preguntas fuera de lugar o querellas».

El presidente bermellón reconoció que el espectáculo que emite el Mallorca con todo esta guerra institucional es «penoso» y afirmó sentirse muy tranquilo ante el proceso que acaba de iniciarse. «Ni yo ni Llorenç hemos hecho nada que no podamos explicar».