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MIRANDÉS: Nauzet (); Garmendia (), Caneda (), Corral (), Raúl García (); Martins (), Garro (); Iribas (), Mujika (), Pablo Infante (); y Alaín ().

Cambios: Lambarri por Garro; Borrell por Mujika y Muneta por Iribas.

ESPANYOL: Casilla (); Galán (), R. Rodríguez (), Moreno (), Dídac (); Baena (), Forlín (); Weiss (), Albín (), Romaric (); y Rui Fonte ().

Cambios: Thievy () por Albín; Verdú () por Romaric y J.López () por Albín.

Árbitro: Ayza Gámez (comité valenciano). Amonestó a Garmendia, del Mirandés, y a Weiss, Galán, Dídac y Casilla por parte del Espanyol

Goles:

0-1, minuto 47, Rui Fonte.

1-1, minuto 58, Pablo Infante.

2-1, minuto 92, Caneda.

El CD Mirandés apeó anoche al Espanyol en un partido de auténtico infarto, pues obtuvo el gol que sellaba el pase a las semifinales (2-1) en el tiempo del descuento. Fue obra de Caneda, aunque antes había recortado distancias Pablo Infante tras el tanto inicial del Espanyol, obra de Rui Fonte, en un partido de intensidad máxima en el que el Mirandés, finalmente, vio premiado su descaro y su mayor empuje con la prolongación de un sueño que ya se ha cobrado a tres Primeras.

Y es que, desde el pitido inicial se palpó el dramatismo del enfrentamiento en la búsqueda por acceder a la siguiente ronda. El Mirandés pugnaba cada pelota con virulencia, dejando claro que iba a vender muy cara su eliminación. Mientras, del Espanyol tan sólo se salvaba Weiss, fugaz, incisivo y hambriento.

En la reanudación el equipo visitante se encontró, ya en el primer minuto, con la ocasión a la que se había encomendado y Rui Fonte remachó a la red el 0-1. No obstante, el mazazo no descompuso al Mirandés y poco después apareció Pablo Infante, el máximo anotador de la Copa. Apareció desde la izquierdoa y se fue hacia el centro para sacudir un latigazo que golpearía en un zaguero y se colaría irremediablemente en la portería.

Alaín y Lambarri tuvieron dos buenas ocasiones, pero Casilla estuvo inspirado. No así en la oportunidad que desató el éxtasis en Anduva. Caneda remató un centró de Pablo Infante e hizo el 1-2 que sellaba la proeza y desembocó en una invasión de campo jubilosa.