Mark Cavendish se ajusta sus zapatillas antes de su entreno. | Fernando Fernández

TW
1

Mark Cavendish (Isla de Man, 1985) exhibe con orgullo un maillot arco iris que el todavía corredor del HTC-Highroad reconquistó para Gran Bretaña en los albores de un desafío mayúsculo para el mejor esprinter del momento y uno de los más brillantes de todos los tiempos. Los Juegos de Londres, el oro olímpico y el correr en casa -ya se impuso en el test previo- son suficiente motivación para el ciclista, que cierra un 2011 perfecto en plena cuenta atrás hacia su paternidad y luciendo sus galones de campeón del mundo. Cav sienta las bases de una temporada plagada de alicientes por las carreteras de Mallorca, -con el hotel Vanity Golf de Alcúdia como cuartel general- un escenario que conoce a la perfección, y encara su salto al conjunto Sky dispuesto a alcanzar los escasos hitos que faltan en su dilatado palmarés. Eso sí, el 28 de julio tiene una cita con la gloria cerca de Buckigham Palace, con el permiso de la interminable lista de aspirantes.

-De cara a 2012 el calendario es amplio, pero supongo que los Juegos Olímpicos se convierten en un objetivo prioritario...

-Es una carrera que se disputa cada cuatro años y me motiva mucho, además porque en esta edición corremos ante nuestra gente, en casa, y disputar unos Juegos Olímpicos en Londres ya te basta para rendir al máximo y prepararlos con ilusión. Después de conseguir el Mundial en Copenhague, ganar el oro olímpico sería lo máximo y para eso vamos a trabajar, pero no va a ser fácil porque es una medalla que todos quieren, y yo también, por lo que mucho que significaría.

-Campeón del mundo, maillot verde del Tour y numerosas victorias... ¿Se le puede pedir más a la temporada ya acabada?

-No nos podemos quejar, la verdad. Al contrario. El año ha sido perfecto y ganar el Campeonato del Mundo ha servido para culminar mucho trabajo y esfuerzo, mío y de mis compañeros también. Todos mis objetivos se han cumplido. En el Tour de Francia tenía la ilusión de ganar el maillot verde y lo logré, llegué en un buen momento de forma y no fallé. Eso me hizo feliz también.

-¿Se siente algo especial portando el jersey arco iris, por su significación dentro del pelotón?

-Llevarlo es algo increíble, es de lo máximo que se puede conseguir en el ciclismo y la responsabilidad es enorme. Significa mucho, por lo que cuesta ganarlo y por la gente que lo ha lucido anteriormente. Igualmente, es un estímulo que me ayudará a seguir creciendo como ciclista y persona y a mejorar, siempre sabiendo que el trabajo es la base de los éxitos.

-Personalmente, ¿qué le han aportado los logros cosechados este año?

-Me han dado más confianza y te ayudan a sentirte más cómodo y a preparar con más ilusión las siguientes carreras y la próxima temporada. Me siento un privilegiado de poder vivir del ciclismo y dedicarme a lo que realmente me gusta.

-En Londres, los españoles serán algunos de sus rivales más peligrosos...

-Todos lo serán. En una carrera de un día puede pasar cualquier cosa y tienes que estar al 100%. Sólo hay tres medallas y una de oro... Tendremos que vigilar a los españoles y a los demás, pero me ilusiona y voy a ir a por todas ese día.

-¿Le veremos en la Challenge Ciclista a Mallorca de febrero?

-No, mis planes, por ahora, pasan por correr el Tour de Catar, pero espero algún día participar porque Mallorca es un lugar que me encanta y que conozco muy bien.


-No es la primera vez que está rodando por la Isla. ¿Qué relación le une a ella?

-Es un sitio genial para vivir y para trabajar. El clima es perfecto y un ciclista profesional tiene de todo: montaña, llano... Además, por estas fechas el tiempo ayuda y eso hace que muchos vengamos hasta aquí para entrenar en invierno. Yo creo que habré venido más de veinte veces, desde que era muy joven, tanto con los equipos en los que he corrido como con la selección.

-Tiene aquí a un excompañero y conocido como Vicenç Reynés.

-Sí, sí, hemos corrido juntos (en las filas del HTC-Columbia) y me cae muy bien. Es una persona divertida y muy profesional.

-¿Esperaba que el oro de Copenhague tuviera tanta repercusión?

-En el ciclismo, ser campeón del mundo de ruta es lo máximo (él ya lo fue de pista, en Madison y por partida doble, en 2005 y 2008) y poder llevar el maillot arco iris es un premio importante, es un honor y por ello he recibido muchos reconocimientos que agradezco.