Marques Whippy, Guillermo Justo, José Amador y Shaun Green celebran el triunfo en Burgos.

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El Logitravel Mallorca se enfrenta a un problema que no es nuevo en las oficinas del Palau. La falta de liquidez en las arcas de la entidad ha llevado a que los retrasos en el pago de las nóminas de la plantilla profesional y el cuerpo técnico se extiendan en el tiempo. Desde que arrancara la pretemporada, a mediados del pasado mes de agosto, sólo se ha podido hacer frente a una parte de una nómina, arañándose pagos con origen en ingresos puntuales.

Dos meses y medio después de que el proyecto en LEB Oro echara a andar, las dificultades económicas que atraviesa el club que preside Antoni Ramis se han trasladado al vestuario, donde la preocupación empieza a ser notable. La demora en el cobro de las nóminas, pese a que el club intenta desviar hacia el plantel los contados euros que llegan a sus oficinas, preocupa más por darse al inicio de la temporada, ya que en anteriores campañas se acumulaba en el tramo final, provocando situaciones como la huelga de finales del curso 2009/10.

Con esta coyuntura y cuatro derrotas consecutivas, el día a día se hace más complicado para Xavi Sastre y sus hombres.

Medidas

La implicación del vestuario y la labor de sus pesos pesados ayuda a sobrellevar un poco mejor una complicada dinámica. Hombres como Amador, Bivià, Alonso o Green conocen los problemas del club, aunque en el grupo no se descartaría tomar medidas más contundentes en caso de que los impagos se alarguen todavía más en el tiempo, agravándose la situación económica y anímica de jugadores y cuerpo técnico, ya de por sí condicionada por las cantidades pendientes de abono. Pese a todo, el equipo apela a su profesionalidad para preparar al máximo el duelo del viernes (21 horas) en la cancha del Lobe Huesca.