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España 66

Letonia 57


España (13+14+19+20)
: Palau (10), Torrens (11), Montañana (16), Aguilar (7), Lyttle (16) -cinco inicial-, Lima, Domínguez, Pascua (2), Xargay (4) y Cruz.

Letonia (10+13+13+21): Babkina (17), Niedola, Tamane (11), Basko (8), Kublina (12) -cinco inicial-, Eglite (1), Jansone (5), Priede, Putnina (1), Nimane, Karklina (2) y Jacobsone.

La selección española consiguió ante Letonia, gracias a su buena defensa, una victoria tan importante como necesaria, la primera de la segunda fase que, además, la coloca en buena posición para alcanzar los cuartos de final.

Tras caer en el último cuarto frente a Francia, consciente de lo que estaba en juego, España salió en tromba con una fuerte defensa y dispuesta a correr en ataque a la menor oportunidad. Gracias a ello consiguió un 6-0 inicial en apenas minuto y medio ante una Letonia que falló mucho en ataque y que necesitó de diez posesiones para conseguir su primera canasta.

Sin embargo la selección báltica encontró demasiado pronto el antídoto contra la energía hispana, una zona presionante que cortó de raíz la fluidez de puntos en ataque, donde una vez más se echó en falta a Amaya Valdemoro.

Durante más de cinco minutos el equipo español no consiguió anotar un solo punto y Letonia devolvió el parcial, colocando un exiguo empate a seis en el marcador.

Al final del primer periodo, 13-10. Un bajo marcador que reflejó cómo las defensas de ambos equipos se impusieron a los ataques.

Letonia no cambió su planteamiento defensivo en el segundo cuarto y el equipo nacional, aunque ajustando sus movimientos atacantes, siguió con problemas de anotación. Lo mejor fue que España siguió con una gran defensa con lo que las bálticas siguieron también con problemas a la hora de ver el aro.

El marcador siguió muy igualado y corto, pero en los últimos tres minutos España comenzó a encontrar soluciones de la mano de Ana Montañana y sus asistencias a Sancho Lyttle, mientras que en defensa mantuvo el nivel con cambios esporádicos a zona y presionando tras tiros libres o saques de banda.

El 27-23 con el que se llegó al descanso, lejos de ser determinante por la diferencia, fue un buen augurio por la fluidez de las últimas jugadas y por el alto nivel defensivo que se mantuvo en cualquier circunstancia. La tercera falta de la gigante de dos metros letona Zane Tamane también fue importante en estos minutos.

Con el mismo estatus de partido, es decir, gran defensa española y problemas en ataque, fue Laia Palau el detonante de la mejoría de la selección gracias a su intensidad y a los siete rebotes ofensivos que consiguió facilitando segundas y terceras opciones y que el marcador comenzara a reflejar ventajas interesantes.

Los diez puntos de diferencia no llegaron hasta el minuto 29, 44-34, y se mantuvieron hasta el final, 46-36.

España estaba empezando a creer en sus posibilidades, en su trabajo, en su tenacidad y en su defensa. Fuertes atrás y corriendo a la menor oportunidad, las jugadoras de José Ignacio Hernández cimentaron minuto a minuto una victoria tan importante como necesaria.

Con el 50-37 a falta de nueve minutos de partido, España intentó alargar sus posesiones en ataque. Marta Xargay se hizo un esguince de tobillo y Letonia tocó a rebato al ver que la victoria se le escapaba.

La selección supo aguantar el chaparrón y aprovechó sus oportunidades consiguiendo un 58-44 a falta de cinco minutos para el final, jugando el resto del tiempo con la ventaja en el marcador para rubricar la victoria por 66-57, determinante para su futuro a la espera de disputar contra Croacia el último encuentro de esta segunda fase.