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El Villarreal logró la clasificación a los octavos de final de la Europa League y lo hizo gracias a cinco minutos estelares en la recta final de la primera parte.

Los dos goles logrados por Nilmar y Rossi en esos minutos, le dieron la vuelta al gol inicial de Hamsik. Los castellonenses supieron sufrir hasta el final, ante un buen rival como el Nápoles italiano. El equipo español se enfrentará al Bayer Leverkusen en octavos.

Salió serio el Nápoles desde el principio, con una presión asfixiante en el centro del campo y con velocidad al contragolpe. Y desde el primer minuto, se vio a un Villarreal espeso, con problemas para llegar al área contraria y sobre todo, con pocas opciones de superar la presión de su rival.

El equipo local moría en cada ataque muy lejos del área rival y el Nápoles robaba con facilidad para salir a la contra. Así se veía más cerca la opción de un gol italiano, que llegó al cuarto de hora a la salida de un corner rematado por Hamsik. Un gol al que se sumo el accidente en el celebración del mismo, donde varios aficionados cayeron al campo en la misma y tuvieron que ser atendidos.

Ello descolocó al Villarreal, que vio como hasta la media hora, estuvo a merced de su rival. Tan a merced, que el Nápoles contó con varias ocasiones, destacando sobre todo un mano a mano de Lavezzi que salvó Diego López, en el minuto 27.

Una jugada que hizo despertar al Villarreal, que gracias a Cazorla y Borja Valero, comenzó a controlar el juego y la pelota, aunque sus llegadas no producían el peligro esperado, ante la acumulación de jugadores en el área.

Así, solo un remate claro de Nilmar de cabeza, se contaba como el primer remate con peligro del partido. Pero tras esa jugada el partido dio un vuelco en los últimos cinco minutos, en los que primero Nilmar a los 42 minutos, sorprendía a la defensa italiana y batía a De Sanctis aprovechando un gran pase de Borja Valero.

Y tres minutos más tarde era Rossi quien finalizaba con fortuna un contragolpe de su equipo, aprovechando un rechace de un defensa el segundo gol de su equipo.

La segunda parte fue muy intensa, ya que un gol clasificaba al Nápoles y ello deparó un segundo periodo con muchas llegadas por ambos equipos.

El Nápoles dominaba el juego, pero le costaba superar la línea defensiva con claridad, mientras que el Villarreal salía a la contra sobre todo con la velocidad de Nilmar.

Ello supuso dos o tres jugadas claras frente De Sanctis, pero una vez Cani y otras Nilmar, no pudieron finalizarlas.

Por su parte, el Nápoles tiró de Cavani y encontró el peligro. En el primer remate claro a los veinte minuto, ya estrelló la pelota en el palo. Fue un aviso de lo que diez minutos más tarde haría Lavezzi, quien de corner directo también estrelló la pelota en el palo de la portería de Diego López.

A partir de la media hora el Villarreal decidió jugársela a defender y lo hizo con intensidad, lo que le permitió aguantar hasta el final del encuentro.

- Ficha técnica:

2 - Villarreal CF: Diego López, Mario, Gonzalo, Musacchio, Capdevila, Bruno, Borja Valero, Cani ( Marcos Gullón min. 80), Cazorla (Catalá Min. 77), Rossi ( Marcos Ruben Min. 88) , Nilmar.

1 - Nápoles: De Sanctis, Campagnaro, Víctor Ruiz, Cribari ( Mascara Min. 81), Zúñiga, Yedba (Pazienzia Min. 63), Gargano, Dossena, Hamsik, Sosa ( Cavani Min. 52), Lavezzi.

Goles: 0-1 Min. 17 Hamsik, 1-1 Min. 42. Nilmar, 2-1 Min. 45 Rossi.

Arbitro: Cüneyt Çakir (Tur). Enseñó tarjeta amarilla a los locales Mateo Musacchio, Cazorla, Capdevila y Nilmar y a los visitantes Yebda, Víctor Ruiz, Campagnaro y Hamsik.

Incidencias: Partido correspondiente a los dieciseisavos de final de la Liga Europa, con 23.000 espectadores en las gradas del Madrigal y con la presencia de 3000 aficionados del Nápoles.

En el minuto 17 y tras el primer gol del Nápoles, un sector de aficionados del equipo italiano cayeron al campo tras ceder la valla protectora del campo, al celebrar el gol con el futbolista del Nápoles. Ello produjo que varios aficionados sufrieran diversas lesiones por la caída, por lo que tuvieron que ser atendidos .

Un accidente en el que fueron atendidos tres aficionados italianos con golpes sin relevancia y uno de los camilleros del Madrigal, quien con una luxación fue trasladado a un centro hospitalario, para que se le realizaran más pruebas.