TW
1

El Barcelona con su victoria ante el DKV Joventut, por 86-66, en el último partido de cuartos de final de la 75 edición de la Copa del Rey completó las semifinales de la competición, en las que se enfrentará al Caja Laboral.

Pese a la diferencia final, no fue un partido cómodo para un Barcelona que mostró una de sus peores caras con un juego ramplón, falto de ritmo y superado, por momentos, por la ilusión y ganas de sus rivales.

El 7-0 inicial del Barcelona en apenas dos minutos fue el peor de los presagios para un partido que ya llegaba casi decantado desde la previa por la desigualdad de fuerzas y por las lesiones del DKV Joventut.

Los verdinegros, sin embargo, revirtieron la situación en apenas veinte segundos con un parcial de 0-6 y dos acciones de raza. El remedio funcionó mejor de lo previsto y a los cinco minutos Xavi Pascual, entrenador del Barcelona tuvo que pedir tiempo muerto para poner un poco de orden en sus filas, ya que la Penya ganaba por 10-13.

Otra acción positiva más y la ventaja creció hasta los cuatro puntos, 10-14. La alternancia de defensas, hombre y zona, dependiendo de haber conseguido anotar en la acción anterior o no y, sobre todo, las ganas de todos los jugadores del Joventut parecieron obrar el milagro.

Fue una especie de flash, porque la maquinaria del Barcelona comenzó a funcionar y ya no hubo quien la parara. Al final de los primeros diez minutos de juego ya estaba restablecido el 'orden' en el marcador, 24-18 para los azulgranas.

La diferencia en el segundo cuarto fue clara, el Joventut jugó para no descolgarse en el marcador, para engancharse al partido por cualquier medio, sabedor de que no podía ganar el partido a esas alturas de partido pero sí perderlo si concedía una ventaja insalvable.

La zona siguió dando rendimiento a los jugadores de 'Pepu' Hernández, mientras que el Barcelona amplió las rotaciones para dar entrada a todos sus jugadores. Xavi Pascual ordenó a sus jugadores cargar el juego bajo los aros, por ser esta la posición en la que mayor beneficio podían obtener. N'Dong fue el beneficiado.

Al final de la primera parte, la mejor noticia fue que el Joventut seguía vivo todavía con un 43-33.

Noticias relacionadas

Tras el paso por vestuarios, los de Badalona siguieron con su guerra de guerrillas, aportando ilusión contra calidad, juventud contra experiencia, ganas contra sistemas organizados y esfuerzo contra una mayor altura y fortaleza.

El Joventut iba consiguiendo su objetivo, 46-40 (min.24) y 50-47 (min. 25.30). Además Ricky apenas había podido estar en pista algunos minutos y estaba en el banquillo con cuatro personales, mientras que Navarro, muy bien defendido, casi pudo mostrar sus cualidades anotadoras.

Un mate de Trías, después de un rápido contragolpe, puso el 52-51 en el luminoso (min. 28) y el final del tercer cuarto fue 58-52, con un parcial favorable al Joventut, 15-19. El espíritu de la Copa estaba siendo fundamental para que los de Badalona siguieran con opciones a estas alturas del partido.

Ingles con un triple, nada más iniciarse el último cuarto, enseñó el camino hacia las semifinales a sus compañeros. El Barcelona pese a seguir sin cuajar un buen partido, a no tener ritmo y a ir a empellones, mantuvo una ventaja de seguridad en el luminoso que le permitió, sin mayores sobresaltos, clasificarse para semifinales con una amplitud engañosa.

Hoy contra el Caja Laboral y en busca de un puesto para luchar por el título, deberá volver a ser el Barça de siempre si no quiere pasar los apuros que pasó ante la Penya.

. Ficha técnica:

86 - Regal Barcelona (24+19+15+28): Ricky Rubio (6), Navarro (9), Perovic (2), Lorbek (4) y Anderson (5) -equipo inicial-, Grimau (10), Sada (2), Lakovic (8), Ingles (15), N'Dong (18), Vázquez (2) y Morris (5).

66 - DKV Joventut (18+15+19+14): Trias (8), Robinson (11), Franch (11), Hosley (13) y McDonald (13) -equipo inicial-, Homs, Tomas (8), Flis y Jelinek (2).

Àrbitros: Juan L. Redondo, Vicente Bultó y Óscar Perea. Morris fue eliminado por cinco personales en el min. 40.

Incidencias: Último partido de cuartos de final de la 75 edición de la Copa del Rey disputado en el Palacio de Deportes de Madrid ante 12.950 espectadores.